El Movimiento Chileno de Solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela, ante la evolución de los acontecimientos en la patria de Bolívar, solicita apoyo para la declaración que se reproduce más abajo. «Un conjunto de antecedentes muestra que el imperio, utilizando sus aliados en la región, trabaja afanosa e intensamente en crear las condiciones para poner fin a la Revolución Bolivariana», señaló el Movimiento. «Por lo que si usted está de acuerdo solicitamos autorizar colocar su nombre u organización o ambas cosas para ser incorporado en el listado de la declaración que transcribimos». Enviar las adhesiones a [email protected].
DECLARACIÓN EN SOLIDARIDAD CON VENEZUELA
1. El Movimiento Chileno de Solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela ha tomado conocimiento, con enorme preocupación, de la evolución de los acontecimientos en ese país hermano. Un conjunto de antecedentes muestra que el imperio, utilizando sus aliados en la región, trabaja afanosa e intensamente en crear las condiciones para poner fin a la Revolución Bolivariana.
Todo indica que el conflicto que ha desencadenado artificialmente el Gobierno de Colombia, no es más un pretexto para una eventual agresión armada en contra del territorio venezolano. Y todo apunta a que el Gobierno de los Estados Unidos es el principal responsable, como planificador y/o instigador de la situación.
Mientras la situación evolucionaba, Álvaro Uribe dirigía un mensaje de despedida y reconocimiento a las fuerzas de seguridad desde el fuerte militar de la localidad de La Macarena, en el departamento del Meta, muy cerca de donde se encontró una fosa común con más de dos mil cadáveres no identificados, producto de ejecuciones extrajudiciales, la más grande de América Latina.
2. Venezuela rompió relaciones con Colombia el jueves 25, después que Colombia denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la presencia de 1.500 guerrilleros colombianos en Venezuela. Sin embargo, fue completamente incapaz de proporcionar antecedentes verosímiles de tamaña imputación, como fue posible de constatar por la comunidad internacional.
Resulta evidente que más bien se pretende fabricar una falsa justificación para dar sustento a una agresión, en una práctica habitual de Estados Unidos y sus aliados a lo largo de la historia, como recientemente el mundo pudo constatarlo con horror a propósito del ataque contra el pueblo de Iraq.
El Presidente Hugo Chávez ha señalado recientemente que, para los efectos de esa perspectiva de agresión, cuenta con aliados internos, incluyendo los gobernadores de los Estado Zulia y Táchira, lugares por los cuales podría iniciarse ataques. También ha llamado la atención sobre el reciente envío de una flota de los Estados Unidos a Costa Rica, con el fin de contener una posible reacción de los Gobiernos y pueblos amigos de Venezuela.
3. El Gobierno Bolivariano ha señalado, en forma categórica, que no proporciona albergue a fuerzas rebeldes extranjeras en su territorio y, por el contrario, se ha manifestado partidario de contribuir a la paz en Colombia, la misma que Álvaro Uribe fue incapaz de materializar.
De hecho, en el año 2004, en el Sector La Mata del Municipio El Hatillo, Estado Miranda (centro), propiedad del cubano anticastrista Robert Alonso, autoridades venezolanas capturaron un grupo de unos 100 paramilitares. Los detenidos tenían antecedentes por masacres perpetradas por fuerzas paramilitares en Colombia, y en Caracas pretendían hacerse pasar por militares venezolanos, para una operación en contra del Mandatario. En el año 2008, un grupo de 10 paramilitares fue puesto a disposición de la Fiscalía venezolana por obligar a comercios y escuelas de Táchira a cesar sus actividades como presión contra el reforzamiento de la seguridad.
4. En este contexto, manifestamos nuestra solidaridad con el Gobierno Bolivariano y con el pueblo de Venezuela, y expresamos nuestro respaldo más categórico a las medidas que adopte para preservar adecuadamente la soberanía de Venezuela y responder a cualquier intento de agresión.
Expresamos también nuestro apoyo a las gestiones por la paz que realiza la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), a partir de la iniciativa del Presidente de Ecuador, Rafael Correa, para crear condiciones para la paz y además para prevenir cualquier injerencia extraregional.
Como chilenas y chilenos partidarios de la paz y amistad entre los pueblos de la Patria Grande, hacemos un llamado al Presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, quien asumirá el 7 de agosto, para que se abra a un camino de relaciones de cooperación con Venezuela sobre la base del respeto mutuo. Ello es posible, porque el Gobierno Bolivariano ha señalado que ha roto relaciones diplomáticas con el Gobierno de Uribe, el cual ya agoniza y que ha protagonizado repetidas agresiones contra Venezuela. Por consiguiente, el conflicto no es con el pueblo de Colombia.
Asimismo, llamamos al Gobierno chileno de Sebastián Piñera a optar en los foros regionales e internacionales por la resolución pacífica de las controversias, por la cooperación e integración latinoamericana, al margen de su reconocida afinidad con la derecha colombiana.
5. No podemos dejar de expresar nuestra enorme preocupación por la coincidencia en el tiempo de este conflicto desencadenado por Colombia, con otros significativos hechos. Por una parte, fue detenido el terrorista salvadoreño Francisco Chávez Abarca, a su llegada con pasaporte falsificado a Maiquetía, Estado Vargas, quien estaba siendo solicitado por Interpol con código de máxima peligrosidad. El sujeto pertenecía al entorno del terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles, y fue a Venezuela con instrucciones destinadas a ejecutar acciones subversivas en el marco de las próximas elecciones parlamentarias del 26 de septiembre.
Al mismo tiempo, en Chile los senadores Patricio Walker, demócrata cristiano, y Andrés Allamand, quien pertenece a Renovación Nacional (una de las fuerzas que sustentó la dictadura militar), han insistido con sus descalificaciones al sistema político democrático venezolano, cuestionando su decisión soberana de admitir sólo a observadores que se ajusten a sus leyes de acompañamiento electoral. En ese afán, no han trepidado en transgredir el Derecho Internacional, el que establece que ningún país puede obligar a otro a aceptarlo como observador electoral.
Es necesario precisar, además, que esos congresistas están, además, descalificados como observadores neutrales, considerando que han manifestado expresamente su hostilidad contra el Gobierno de Venezuela, antes, durante y después del espurio proyecto de acuerdo del Senado contra la democracia bolivariana.
La coincidencia en el tiempo de estos hechos permite inferir que está en marcha un plan destinado a poner fin al proceso bolivariano, recurriendo a todos los caminos: agresión militar extranjera, desestabilización de la institucionalidad democrática, subversión y terrorismo internacional.
6. Entendemos que estas maniobras para hostigar y cercar el proceso democrático bolivariano, afectan al conjunto de los pueblos de América Latina y El Caribe que luchan por un horizonte de soberanía nacional, unidad latinoamericana y justicia social en libertad y democracia.
No permaneceremos indiferentes. Nos movilizaremos y haremos todo lo que esté a nuestro alcance por la defensa de Venezuela y el proceso bolivariano.
Lo expresamos, cuando se han cumplido 227 años del natalicio de Simón Bolívar, uno de los hechos más significativos para la historia de Venezuela y que aún es un faro de luz para los todos pueblos al sur del Río Grande que luchan por la justicia y la igualdad, por la democracia y la verdadera independencia.
Por Ernesto Carmona
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