Los trabajadores de la empresa Transaraucarias se dirigieron hoy a La Moneda para protestar exigiéndole al gobierno una solución a su situación. En la ocasión le entregaron una carta junto al diputado Hasbún a la Contraloría, y afirmaron que la situación de sus familias es desesperada, y no se descartaría ninguna acción.
Los sindicatos de la empresa Transaraucarias protestaron junto a sus familias frente al Palacio de La Moneda, exigiendo una pronta solución a su situación, que calificaron como “desesperada”. Oscar Ferrada, del sindicato número dos, afirmó que “a la mayoría de las familias se les cortó la luz y pronto también el agua, no tenemos sueldo hace dos meses y mientras el señor Piñera nos ve protestar sentado, nuestros hijos no tienen leche ni pan”.
Los trabajadores afirmaron que no descartan tomar medidas más radicales, como presionar en el mismo palacio presidencial, o quemarse a lo bonzo para presionar al Gobierno de que se haga cargo de su situación. El mismo Ferrada afirmó que hace un mes le enviaron una carta al Presidente, y que aún están esperando una respuesta.
El diputado Gustavo Hasbún, que los estaba esperando para ofrecer sus oficios y buscar una solución, afirmó que se la iba a “jugar para que la empresa sea responsable” y que a la antigua dueña de Transaraucarias, Adriana Troncoso, antigua empresaria del sistema de “micros amarillas” y hoy con la concesión de la zona G, se le debería descontar de la plata que el Estado le entrega, lo que le debe a los trabajadores.
LLAMAN A PARALIZAR AL SISTEMA
El mismo viernes 30 de julio, la Central Autónoma de Trabajadores (CAT) realizó una conferencia de prensa en la que llamaron a prepararse para “parar todo el transantiago, todas las empresas”. El Presidente de la multisindical, Oscar Olivos, afirmó en la actividad que “hoy vemos movilizaciones en varias empresas, y creemos que es el precalentamiento; los trabajadores se están aburriendo, se cansaron de que los maltraten, los maten, de tener jornadas de 14 ó 15 horas”.
En una declaración que emitieron para la ocasión, dicen que el proyecto de ley que el Ministerio de Transportes presenta como la solución al sistema significa “volver a las carreras, a competir por boletos, o sea quieren volver a las maquinas amarillas” y que “el Gobierno se lava las manos como Pilatos; el Ministerio del Trabajo dice: “este no es mi problema, es entre privados” y el Ministerio de Transportes dice lo mismo”.
Además, exigieron que el Estado, dado que le entrega millones al sistema de transporte para que funcione, tiene el deber de: “Intervenir aquellas empresas que no cumplen con sus trabajadores, no tomar medidas apresuradas que afectan a los trabajadores, levantar una instancia de trabajo junto a parlamentarios y trabajadores para buscar una solución y terminar con las soluciones parche”.
Luis Guzmán, presidente del sindicato de la empresa Millenium, que se encontraba junto a los dirigentes de la CAT, declaró que los trabajadores de la empresa pasan prácticamente “todo el día trabajando, y no tienen ni dónde hacer sus necesidades”, y que eso se repetiría en todas las empresas. Esto coincide con denuncias hechas anteriormente a este medio por los dirigentes de la Confederación Bolivariana de Trabajadores del Transporte (CBTT). En ese momento, la empresa Alsacia respondió afirmando que ellos cumplen con la legislación laboral y los contratos.
Para Olivos “el gremio está en estado de alerta”, y dijo que una gran movilización en el sector debería producirse en no más de 15 ó 30 días.
Por Felipe Ramírez Sánchez
El Ciudadano
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