Insólito: Macri no recibirá a Abuelas y Madres de Plaza de Mayo por «falta de tiempo»

En lo que representa un claro gesto del cambio político que se vive en Argentina, el presidente Mauricio Macri desestimó encontrarse con los principales e históricos organismos de Derechos Humanos aduciendo falta de tiempo.

«Mediante una carta dijo que no puede recibirnos, adujo no tener tiempo por actividades múltiples, nos derivó con Marcos Peña (NdE: Jefe de Gabinete del poder ejecutivo nacional)», contó Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, al diario Tiempo Argentino.

Por su parte, «Taty» Almeida, de Madres-Línea Fundadora, expresó su preocupación y afirmó que «Macri tiene tiempo para recibir a muchísima gente pero a nosotros no. No le ha llegado el momento de contestarnos cuál va a ser la política de Estado en materia de Derechos Humanos, parecería que no la tiene clara», manifestó al mismo periódico.

Luego del desplante presidencial, los organismo de DD.HH. dudaron seriamente en asistir, ya que la actitud de Macri representa una clara falta de interés. Sin embargo, la misma «Taty» Almeida informó que finalmente decidieron que acudirán al encuentro.

Cabe recordar que el pasado 8 de enero los referentes de los organismos de Derechos Humanos habían pedido una reunión con el presidente Mauricio Macri para conocer el rumbo de la política de Derechos Humanos de la nueva gestión, la cual muestra señales más que confusas y pone en riesgo los logros obtenidos por las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner.

«Estamos viviendo momentos muy duros, inquietantes, vemos muchas conductas agresivas que se nos van incorporando a lo cotidiano. Todo nos está dejando un sabor de un autoritarismo terrible que desprecia al pueblo», resaltó Carlotto.

En esa misma dirección, y vía decreto -tal como viene acostumbrando el gobierno argentino de la mano de Macri- desvinculó el miércoles pasado al presidente del Archivo Nacional de la Memoria, el nieto recuperado Horacio Pietragalla. Según expresó la presidenta de Abuelas, «allí se guardan documentos sensibles que sirven para el juzgamiento de los responsables de los crímenes que perpetró la dictadura».

Pietragalla había sugerido que el sucesor de su cargo fuera elegido por las instituciones de Derechos Humanos, pero su petición fue omitida por el gobierno.