«Para luchar eficazmente contra el terrorismo internacional hace falta una gran cohesión internacional y cada uno debe hacer su parte hasta el fondo y sin ambigüedad», aseguró Rohani en medio de las visitas a su par Sergio Mattarella y al primer ministro de Italia, Matteo Renzi.
Se trata del primer viaje al exterior del mandatario tras la entrada en vigencia el 16 de enero último del acuerdo sobre el programa nuclear con las potencias del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, China y Alemania) y el fin de las sanciones económicas impuestas al país persa.
El fin de las penalidades desató una verdadera carrera entre grandes compañías trasnacionales por reanudar los negocios o expandir sus actividades al gran y lucrativo mercado de Irán, por lo que la parte comercial adquiere una relevancia importante y enmarcan la presencia de los ministros de Industria y Petróleo y de numerosos empresarios del país asiático en la delegación de Rohani.
De hecho, en su primer día en Roma, el presidente iraní firmó para su país importantes acuerdos con empresas italianas como Saipem, Daniele o Ansaldo Energia, aunque su contenido no fue detallado a la prensa.
También logró un acuerdo con el grupo italiano «Ferrovie dello Stato» (FdS) para prestar asistencia técnica en el proyecto de la línea de alta velocidad Tehran-Qom-Isfahan, que cuenta con cerca de 400 kilómetros, según confirmó la empresa italiana.
Asimismo, la miembro del gobernante Partido Demócrata (PD) Debora Serracchiani explicó a la prensa que también se firmó un acuerdo de colaboración entre el puerto italiano Trieste y otro iraní y un acuerdo de colaboración con la empresa iraní Iran Shipping Lines.
«Estamos contentos por esta nueva situación creada tras el acuerdo nuclear y el fin de las sanciones, y estamos de viaje en la Unión Europea por el rol importante que ha tenido en el acuerdo», destacó Rohani en esa dirección, quien calificó como «un momento histórico» a la gira con la que espera «ayudar a la paz y la seguridad de nuestra región y del mundo».
«La paz y estabilidad en nuestra región, en el norte de África, y en el Mediterráneo es de gran importancia para nosotros. Queremos un Medio Oriente seguro. El rol de Irán es estar en la primera linea de la lucha contra el terrorismo, y sino hubiera sido por nuestro rol hoy tendríamos una situación muy difícil», destacó Rohani.
«El acuerdo nuclear es un cambio de estación extraordinario», estimó por su parte Renzi en rueda de prensa con Rohani tras firmar una serie de memorándums de entendimiento en distintas áreas, entre ellas ferroviaria, energía, minería, agrícola y de transporte, además de un «acuerdo estratégico» a nivel de bancos.
«Puede ser el primer paso para una nueva estación de paz y prosperidad no solo en Irán sino en toda la región. Si alcanzamos ese acuerdo, podemos alcanzar también uno sobre Siria», agregó el jefe de gobierno italiano.
En ese sentido, al salir de Teherán, Rohani había indicado que su país busca durante la gira «aprovechar al máximo todas las oportunidades de desarrollo para el país y el trabajo para los jóvenes y facilitar las inversiones de las empresas italianas y francesas».
«Es solo el inicio, hay sectores en los que debemos trabajar más. No pienso solo en la energía, sino también en las medianas y pequeñas empresas, en la infraestructura, en el sector ferroviario, la sanidad, el sector farmacéutico», destacó el premier italiano sobre los acuerdos firmados.
De todos modos, durante su encuentro con los hombres fuertes de la política italiana, el iraní, en el poder desde 2013, también planteó sus preocupaciones sobre el islamismo radical y la situación en Siria, donde Teherán apoya al presidente Bashar Al Assad ante revuelta que busca derrocarlo desde 2011.
Rohani planteó su visión sobre Libia, país de histórico interés para Roma que se ha visto sumido en el caos y la anarquía desde el derrocamiento y polémico asesinato del ex líder Muammar Kaddafi por un levantamiento mayormente islamista apoyado por una campaña de ataques aéreos de la OTAN.
Desde entonces, el país cuenta con dos gobiernos rivales que luchan entre sí y con milicias islamistas por los recursos naturales.
«Hasta que no haya un gobierno elegido por los libios será difícil para ayudar a Libia. Sin un gobierno, Libia quedará en manos de los traficantes de seres humanos, y en esta fase es necesario que todas las partes alcancen un acuerdo por un Ejecutivo representativo: solo así la comunidad internacional podrá comprometerse», evaluó.
Mañana, en tanto, el líder persa visitará al papa Francisco en la biblioteca privada del Palacio Apostólico, en lo que es la primera visita de un presidente de ese país a la Santa Sede desde que en 1999 Juan Pablo II recibiera a Mohammad Khatami y en medio de lo que el nuncio apostólico en Irán, Leo Boccardi, definió hoy como una «nueva atmósfera».
Antes de ver al sumo pontífice, Rohani encabezará un foro empresarial con más de 60 hombres de negocios llegados desde Teherán para reimpulsar las relaciones bilaterales económicas con Italia, teniendo en cuenta que tras el encuentro con Mattarella el iraní manifestó su deseo de dinamizar el vínculo no solo con grandes firmas, sino también con pequeñas y medianas empresas.
Luego de su paso por Italia, Rohani viajará el miércoles a Francia, donde tiene previstas reuniones con el presidente francés, Francois Hollande, otros representantes del gobierno y la directora general de la Unesco, Irina Bokova.
Entre los encuentros oficiales en el país galo, el mandatario iraní se reunirá con potenciales inversores, empresarios y representantes de industrias: entre ellas, la petrolera ENI, la automotriz Peugeot, y el consorcio Airbus, con las que el líder iraní espera cerrar la compra de aeronaves para renovar la flota de su país.
Fuente: Telam