¿Sabía usted que las lesiones de pies y tobillos aumentan significativamente en verano? De hecho, los centros de traumatología de urgencia suelen reportar un incremento de hasta un 15% en este tipo de accidentes.
Producto del calor, las vacaciones y la visita a playas, ríos, lagos y otros lugares recreativos las chilenas se bajan de los zapatos con tacos – y los hombres del zapato cerrado -, utilizando chalas, hawaianas y sandalias.
Estos zapatos, aunque cómodos, presentan varios desafíos para la integridad del pie. El Quiropráctico y director del Programa de Quiropraxia de la Universidad Central, David López, explica que la mayoría de este calzado no tiene un post formado en el arco plantar, es decir, son planos, lo cual produce mayor elongación de los músculos y tendones de la planta del pie, “estructuras que se inflaman produciendo fascitis plantar y tendinopatías agudas (dolor en la planta del pie hasta la pantorrilla). Estas son dos condiciones que de no tratarse a tiempo pueden doler mucho y volverse crónicas”, añade el experto.
“Primero porque caminamos sin calzado o con calzado abierto, las lesiones se producen al chocar nuestros dedos con algún objeto duro como piedras, muebles u otros. En segundo lugar, el calzado de verano no es tan seguro para caminar sobre terreno pedregoso, resbaloso o con inclinaciones bruscas. Esto nos expone a torceduras de tobillo que pueden terminar en esguinces simples y en los casos más severos incluso podemos sufrir fracturas de tobillo y pie”, agrega el especialista quiropráctico.
La recomendación es elegir un zapato seguro si va a caminar largos tramos y evitar el calzado totalmente plano. “No se exponga a caminos inseguros, ojalá no camine sobre pisos húmedos, resbalosos, irregulares o pedregosos. Si lo tiene que hacer, ya que los paseos son comunes y necesarios en vacaciones, hágalo con el máximo de precaución”, indica el director del Programa de Quiropraxia de la Universidad Central.
Si usted ha sufrido un accidente o presenta dolor plantar o al tendón de Aquiles, su rodilla o la misma cadera, no espere a que este se vuelva crónico. A juicio de David López, un quiropráctico puede restaurar el alineamiento del pie y de toda la extremidad. “En muchos casos será necesario suavemente elongar la musculatura y realizar pequeños movimientos articulatorios del pie para rearmonizar los huesesillos que lo componen. Todo esto por la salud de sus pies”, finalizó.