Finalmente, el gobierno junto con aceptar tardíamente la renuncia de la superintendenta de Pensiones, Tamara Agnic, nombró a cargo de esta institución a Osvaldo Macías, quien se desempeñaba como intendente de seguros de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
La salida de Agnic se produjo a un mes de que pusiera su puesto a disposición del Ejecutivo, del cual no había recibido respuesta, y a días de un dictamen de la Contraloría, con el cual confirmaría una resolución condenatoria publicada en diciembre. Tamara Agnic renunció entonces tras el fuerte cuestionamiento a su oscura participación en la fusión trucha de las AFPs Cuprum y Argentum, ambas del mismo dueño, Principal Financial Group, la que tuvo como objetivo evadir el pago de 80 mil millones (unos 130 millones de dólares) en impuestos. Agnic fue fuertemente criticada por parlamentarios de la Nueva Mayoría y no recibió ningún respaldo de su superior (incluso fue cuestionada), la ministra del Trabajo y previsión Social, Ximena Rincón.
Cuando Agnic renunció hace un mes, en una carta presentada a Michelle Bachelet, realizó su reclamo contra Rincón: «Este organismo (la Superintendencia) no merece estar sometido a la inédita situación de que la ministra del Trabajo y Previsión Social no respete la independencia que la ley consagra a la Superintendencia de Pensiones”.
«Tampoco logro vislumbrar las razones de la misma ministra que, en lugar de mantener la comunicación institucional como dictan las formas del Estado, prefirió cuestionar públicamente las decisiones de la superintendenta», agregaba la misiva.
Pero los hechos fueron demasiado contundentes contra Agnic. Lo que había tras la fusión fue un desfalco al fisco por parte de un grupo transnacional. Junto a ello, se revelaban fuertes vínculos entre la cabeza ejecutiva del grupo Principal con sectores de la ex Concertación y la Nueva Mayoría. En efecto, el presidente de Cuprum es Hugo Lavados. Durante el primer gobierno de la Concertación fue Superintendente de Valores y Seguros, más tarde gerente del banco BBVA para regresar al sector público en un alto cargo en la Comisión Resolutiva Antimonopolios. En la década siguiente pasó a la dirección de Prochile y luego a ministro de Economía en el primer gobierno de Michelle Bachelet. A comienzos del 2013 asumió la presidencia del directorio de Cuprum tras la toma de control por Principal, cargo que ejerce en la actualidad junto a la rectoría de la Universidad San Sebastián.
El último golpe de gracia que recibió Agnic fue una resolución de la Contraloría General de la República, que el 16 de diciembre pasado señaló a través de un dictamen que la fusión entre las AFPs Cuprum y Argentum es impracticable en cuanto ésta supone la existencia de dos sociedades en circunstancia que se trataba de sólo una, lo que confirmó los reclamos de parlamentarios que denunciaron a esta fusión como una maniobra trucha destinada a evadir impuestos.
«A fin de precaver situaciones como las que se plantean en las presentaciones del rubro, esta Contraloría General se permite sugerir al legislador un estudio de reforma normativa que regule con más precisión los distintos procesos de reestructuración empresarial que involucre la participación de las AFP», dijo el dictamen. Tras esta resolución, Agnic presentó su renuncia.
Actualmente la fusión trucha está bajo la lupa de una comisión especial de la Cámara de Diputados en tanto la Unidad de Delitos de Alta Complejidad del Ministerio Público realiza una indagatoria penal del caso.