Desde el surgimiento del cristianismo en nuestra sociedad occidental se ha especulado que la Biblia excluye y condena a los homosexuales, pero, ¿Realmente las religiones interpretan correctamente la palabra de Dios? ¿Podrán dos personas del mismo sexo tener una relación con la bendición de Dios?. Varias veces me hice estas preguntas tras escuchar durante gran parte de mi infancia en mi colegio y en casa versículos que sentenciaban a personas como yo al infierno. Afortunadamente en mi niñez -gracias a mi curiosidad- investigué más allá y no me quede con los típicos y quizás “únicos” discursos.
Aprendí que ese puñado de citas bíblicas que algunas personas autodenominadas “cristianas” usan para apalearlos son palabras completamente sacadas de contexto.
Aplanemos la cancha
Dios quiso entregarle a la humanidad un mensaje para que su “pueblo” se rigiera por ciertos parámetros, por eso, iluminó a hombres denominados profetas para que escribieran “Las Sagradas Escrituras” a través de la oración y el Espíritu Santo, con el fin de anunciar el camino de salvación y entregar bendición para liberarlos del pecado que por naturaleza convive con nosotros.
Cabe destacar que cada capítulo de la Biblia es una representación de lo que acontencia en ese momento, en un época determinada. Podríamos decir que cada profeta cumplia el rol que hoy juegan los historiadores con la diferencia que los profetas acondicionaron los hechos divinamente. Por eso, cada capítulo bíblico revela e ilustra la época que vivían.
Las religiones han sacado de contexto y adecuado el mensaje de “verdad” a sus propias políticas internas que creen correctas, interpretando tradicional y literalmente los textos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento sobre el tema de la homosexualidad dejándonos como pecadores sin esperanza de recibir el amor de Dios.
La verdad sin rodeos
En la Biblia hay muchos textos y versiculos que las religiones o los mal llamados hijos de Dios usan o mejor dicho utilizan para abusar contra nosotros, pero me detendré sólo en dos que se encuentran en los pasajes de Levítico y que quizás son los más utilizados por nuestros “hermanos cristianos”. Aclaró que, en el mundo hay millones de personas que profesan una religión que entienden y apoyan mi discurso, personas que no discriminan y ven a los homosexuales como sus hermanos sin ojos de piedad.
1- “No te echarás con varón como con mujer; es abominación” (Levítico 18:22)
2- “Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre” (Levítico 20:13)
Como ya mencione, hay que examinar el contexto histórico y literario de éstos versículos almacenados en el Antiguo Testamento:
En la época en la que fue escrito el Levítico los israelitas intentaron impedir que en su pueblo se replicarán los actos que realizaban los egipcios y cananeos, ya que a juicio de ellos eran actos paganos. En consecuencia, se puede concluir que estos dos versículos buscaban condenar los actos o hábitos que practicaban los egipcios y cananeos, NO la homosexualidad.
Me explico, tanto los egipcios como los cananeos tenían prácticas de adoración a sus dioses, por ejemplo, los cananeos -que eran vecinos de los israelitas- incluían ritos de fertilidad en sus prácticas sexuales. Pensaban que estas prácticas traerian la bendición del dios o diosa sobre los cultivos y ganados. Durante estos ritos, la familia entera -esposa y esposo, madres y padres, hijos e hijas, tíos y tías- a veces tenían relaciones sexuales. Estas prácticas incluyen también sexo con las prostitutas y prostitutos en los templos. En conclusión, estos ritos de adoración incluian cualquier tipo de acto sexual, incluso los homosexuales. Es más, los egipcios y cananeos veían a sus sacerdotes como “talismanes”, los devotos en un acto de invocación a la diosa del amor y la fertilidad llamada Astarté o Ishtar, introducian su semén -que era para ellos su mayor posesión, la esencia de la vida- dentro del sacerdote con la intención de buscar la inmortalidad(analmente claro).
Eso era lo que estaba sucediendo en Egipto y Canaán (Acuerdense que el pueblo de Israel vivía en la misma ciudad que los cananeos luego de dejar Egipto) en la época en que fueron anunciadas las normas del Levítico. Y como ya les explique Levítico 18 y 20 fueron específicamente escritos para contrarrestar las prácticas religiosas no israelitas. Basta con leer desde el inicio Levítico 18 donde en su inicio dice: “No imitaran ustedes las costumbres de Egipto, donde antes habitaban, ni tampoco las de Canaán, adonde los llevo” (18:3). El Levítico 20 es aún más específico pues comienza prohibiendo las prácticas asociadas al dios Moloch.
Ambos capítulos incluyen largas listas de prácticas sexuales habituales en los cultos de los pueblos ya mencionados. No obstante, ninguno de ellos se dirige a la cuestión de si dos personas del mismo sexo pueden vivir en una relación amorosa con la bendición de Dios.
Según relata la historia, las relaciones de personas homosexuales ni siquiera se veían en la cultura cananea o egipcia -obviamente hubieron excepciones o relaciones ocultas-. Estas culturas eran tribales en las que hubiera sido casi imposible establecer tales relaciones porque en esas culturas primitivas, la descendencia era esencial para la sobrevivencia -mínimo tenían 7 hijos-. Además habian diferencias regidas entre el trabajo de las mujeres y de hombres. Si dos varones hubiesen vivido juntos como “pareja”, por ejemplo, uno de ellos habría tenido que realizar el trabajo propio de una mujer. Hubiera sido intolerable en las aldeas la presencia de un varón trabajando entre las mujeres.
Terminemos
Antes de concluir, quiero dejar claro que mi intención no es atacar, ni jugar con Las Sagradas Escrituras. Escribo esta columna con mucho respeto y cariño para que las personas homosexuales y bisexuales que alguna vez fueron cristianas y hoy se alejaron del camino de Dios, encuentren un camino de regreso a su vida de castidad. La religión actualmente está condenando a las personas como yo y como resultado de eso muchos fieles terminan mirando con recelo u odio a Dios.
Tengo certeza de que de existir un Dios, ama a sus hijos por igual sin distinción. Fueron los hombres que sacaron de contextos su mensaje de verdad para condenar abusivamente a grupos de personas. Afortunadamente, esto está cambiando, existen pastores, sacerdotes e incluso curas que interpretan el mensaje de manera correcta e intentan transmitir estas palabras para educar a la humanidad sobre el verdadero sentido del cristianismo. Tuve la suerte de conocer a uno de ellos y es más, podría escribirles positivamente sobre transexuales que aparecen en la Biblia disfrazados.
Sigamos…
Como les expuse en la primera parte de este texto, es irrazonable creer que el autor del Levítico pretendía prohibir una forma de relación homosexual en la época. Las prohibiciones de Levítico 18 y 20 leídas correctamente en su contexto literario e histórico están dirigidas a los actos de incestos y prostitución en los templos no israelitas y así es como debe aplicarse.
Realmente si interpretamos literalmente los pasajes de la Biblia sin examinar el contexto literario e histórico estaría “todo patas pa’ arriba”. Recordemos las palabras de 1° Corintios 11 que obligan a una mujer a usar el velo y el cabello largo a todas las mujeres o también se menciona en la Biblia que “si una mujer no es virgen para el día de su boda, debe ser apedreada hasta la muerte”. Un texto fuera de contexto es un pretexto.
Sobre el autor: 23 años. Estudiante de periodismo de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Vocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual(Movilh). Integra la Comisión de Diversidad y no Discriminación del Instituto Nacional de la Juventud(INJUV). Miembro de una familia adventista. Defensor DD.HH.