Durante el día de ayer, en la apertura de la IV cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la vicepresidenta de Argentina, Gabriela Michetti, quien viajó a Quito en reemplazo de Mauricio Macri –en reposo por su costilla fisurada–, reiteró los cuestionamientos al país de Venezuela por supuestas “prácticas de gobierno contrarias a la defensa de derechos humanos”.
En respuesta, el presidente venezolano, Nicolás Maduro volvió a exigir a la delegación argentina “no involucrarse en los asuntos internos” de su país, siguiendo con la postura anti injerencista que Macri adoptó ni bien asumió la presidencia de Argentina.
El contrapunto entre los líderes de las delegaciones de Argentina y Venezuela sucedió durante la sesión realizada a puertas cerradas por los jefes de Estado y representantes de los países que integran la Celac.
Cabe destacar que la postura argentina sobre la situación venezolana no ha recibido -hasta el día de hoy-ningún tipo de apoyo por parte de otros países.
En cambio, tras la primera reunión de diputados progresistas del Parlasur, que se desarrolló en paralelo a la Celac, se aprobó un “manifiesto” que exige “la liberación inmediata” de la dirigente de la Tupac Amaru, Milagro Sala, también diputada del Parlasur. El documento será entregado al presidente anfitrión, Rafael Correa, tal como informa el diario Página /12.
¿Cómo continuará la relación entre Argentina y Venezuela con el nuevo gobierno de Macri?
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