Uribe el “humanitario”, la nueva estafa de Israel

¡Por fin! Exclamó el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, cuando finalmente Israel aceptó colaborar con una comisión de derechos humanos “independiente” que investigará los eventos en torno a la masacre, en aguas internacionales, de la Flotilla Humanitaria que se dirigía a Gaza el 31 de mayo

Uribe el “humanitario”, la nueva estafa de Israel

Autor: Wari

¡Por fin! Exclamó el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, cuando finalmente Israel aceptó colaborar con una comisión de derechos humanos “independiente” que investigará los eventos en torno a la masacre, en aguas internacionales, de la Flotilla Humanitaria que se dirigía a Gaza el 31 de mayo. Según Ban Ki Moon esto era un paso “sin precedentes”. Sin embargo, una mirada más atenta a la composición de la comisión revela las razones para este súbito cambio de opinión.

Es necesario, primero, aclarar que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha nombrado otra comisión investigadora, compuesta por tres expertos en derecho internacional, la cual ha tenido una fría recepción por parte del Estado sionista[1]. Israel no colaborará, como es tradicional, con esta comisión[2]. ¿Qué tiene entonces, esta otra comisión, para que Israel la apoye?

Tiene la mano de los EEUU y de Israel. Es una comisión compuesta por cuatro miembros, uno escogido por Turquía (a quienes no les quedaba otra), uno por Israel, y dos escogidos por Ban Ki Moon de una lista de candidatos entregada por Israel. Así, la comisión quedó presidida por el ex primer ministro de Nueva Zelanda, Geoffrey Palmers, un experto en derecho internacional, y por el aún presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez. Así la comisión aceptable para Israel queda presidida por una persona que conoce el tema de derechos humanos y otra persona, Uribe, que es famoso por su completo desprecio por ellos. Este equilibrio paralizante garantiza que si la comisión llega a alguna conclusión, algo que no parece del todo probable, sería una conclusión necesariamente favorable a los intereses israelíes.

La elección de Uribe, de los miles de personas que podrían haber formado parte de semejante comisión, demuestra que el concepto de “aceptable” para Israel es sinónimo de “inaceptable” para nadie en su sano juicio. ¿Cómo es posible que el presidente de una república en la cual el 98% de los crímenes de lesa humanidad y de violaciones a los derechos humanos queden en la impunidad pueda ir por el mundo evaluando la situación de derechos humanos? ¿Cómo es posible que el presidente de un país en donde el Estado ha sido sistemáticamente partícipe en crímenes atroces y violaciones recurrentes a los derechos humanos tenga ninguna clase de autoridad moral para juzgar a terceros? ¿Cómo es posible que una persona cuya coalición de gobierno ha estado seriamente implicada en alianzas con escuadrones de la muerte paramilitares pueda ir al Medio Oriente a hablar de respeto al derecho internacional humanitario? Recordemos que la alianza de gobierno de Uribe ya tiene 193 políticos, entre parlamentarios y autoridades locales, en juicio por sus alianzas políticas con los paramilitares de ultra derecha.

En realidad es impensable que un presidente cuyo gobierno ha estado marcado por violaciones sistemáticas a los derechos humanos, por escándalos sobre hostigamiento y seguimientos ilegales por parte del aparato de inteligencia (DAS) a defensores de derechos humanos y miembros de la oposición social y política, por infracciones al derecho internacional (incluido un bombardeo a territorio ecuatoriano), por corrupción y toda clase de abusos cometidos en la guerra contrainsurgente que ha liderado con el respaldo de los EEUU y su Plan Colombia (crímenes entre los que encontramos casos tan odiosos como el de los “falsos positivos”, es decir, el secuestro y asesinato a sangre fría de muchachos para ser presentados como guerrilleros muertos en combate [3]), haya sido escogido como la persona idónea para integrar esta comisión.

URIBE Y LOS DERECHOS HUMANOS

Las credenciales humanitarias de Uribe han sido puestas en duda por sus propias intervenciones en las cuales ha, desde siempre, mostrado el más grande desprecio por los derechos humanos. Su celo y su tenacidad para perseguir defensores de derechos humanos son difícilmente sobrepasados por ningún otro jefe de Estado en el mundo.

En una visita a Colombia en septiembre del 2009, la relatora especial para los defensores de derechos humanos de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Margaret Sekkagya, estableció que: “La estigmatización [de los defensores de derechos humanos] por funcionarios de gobierno y actores no-estatales; su vigilancia ilegal por los servicios de inteligencia del Estado; sus arrestos y detenciones arbitrarias y el acoso jurídico; y allanamientos a las premisas de organizaciones no gubernamentales (ONGs) y el robo de información”, eran eventos comunes en Colombia[4].

También un informe de la organización Human Rights First indicaba que “el presidente Uribe y otros funcionarios de gobierno han senalado [a defensores de derechos humanos] como simpatizantes del terrorismo y han insinuado conexiones entre ONGs de derechos humanos y grupos armados ilegales. Comentarios irresponsables de funcionarios de gobierno en Colombia ponen en riesgo las vidas de los defensores de derechos humanos y amenazan con socavar la credibilidad y el valor de su trabajo”[5].

Su informe de febrero del 2009 sobre la situación de los defensores de derechos humanos en Colombia empieza con las siguientes palabras: “En un sistema de justicia penal [como el colombiano] destacado por sus niveles de impunidad, la tenacidad de los fiscales colombianos que persiguen casos en contra de los defensores de derechos humanos es impresionante. Si bien hay problemas sistemáticos de corrupción y acciones arbitrarias en el sistema judicial, se están abriendo casos en contra de los que defienden los derechos humanos de una manera particular; se les intimida con investigaciones y procesos penales sin fundamento. Además, se hacen muy públicos los cargos sin fundamento, lo que mina la credibilidad de los defensores y los señala como blancos de ataques, frecuentemente por parte de grupos paramilitares” [6].

Para refrescar la memoria, y para demostrar la sabiduría popular que afirma que por la boca muere el pez, citaremos tan sólo algunas de las intervenciones que Uribe ha hecho para atacar a los defensores de derechos humanos:

# “Son politiqueros al servicio del terrorismo –afirmó el Presidente–. Cobardemente se agitan en la bandera de los derechos humanos para tratar de devolverle en Colombia al terrorismo el espacio que la fuerza pública y la ciudadanía le ha quitado” (…) En esa ocasión, tildó de “traficantes de derechos humanos” a los defensores y finalizó el ataque verbal solicitándoles que “se deberían de una vez por todas quitar sus caretas, aparecer con sus ideas políticas y dejar esa cobardía de esconder sus ideas políticas detrás de los derechos humanos”. (08-09-2003)

# “¿A dónde están los actos de generosidad, siquiera las expresiones de solidaridad, de tantos hablantinosos de derechos humanos? –se preguntó el mandatario–. Desoímos a los defensores del terrorismo, desoímos a los patrocinadores de los defensores del terrorismo y desoímos a los que están engañados porque conocen a Colombia a través de informaciones desviadas por el terrorismo” (11-09-2003).

# “Amnistía Internacional no condena las violaciones al derecho internacional humanitario cometidas por los grupos guerrilleros y legitima el terrorismo (…) Recorren las oficinas europeas como ratones de biblioteca, transmitiendo chismes en voz baja, desacreditando las instituciones colombianas, pidiéndole a los gobiernos que no apoyen a Colombia que porque Colombia ‘tiene un Estado terrorista’, como lo han hecho en las últimas semanas” (16-06-2004).

# Luego de la horrenda masacre de San José de Apartadó, perpetrada por paramilitares coludidos con el Ejército, afirmó que: “en esta comunidad de San José de Apartadó hay gente buena, pero algunos de sus líderes, patrocinadores y defensores están seriamente señalados por personas que han residido allí de auxiliar a las Farc y de querer utilizar a la comunidad para proteger a esta organización terrorista”. (20-03-2005)

# “cada vez que las guerrillas y sus áulicos sienten que se les puede derrotar, el recurso al cual apelan es la denuncia de violación de derechos humanos». (17-10-2007)

# “cómo estos bandidos [las guerrillas] ahora andan de civil en una ‘operación pistola’, y cuando se les da de baja, sus compinches alegan que fueron dados de baja por fuera de combate”. (24-10-2007)

# «Antes de que el señor [José Miguel] Vivanco [Director de Human Rights Watch], defensor de las Farc, antes de que el señor Vivanco, cómplice de las Farc, viniera aquí a criticar la política de seguridad democrática, nosotros estábamos haciendo un esfuerzo por sacar este país adelante», dijo y agregó: “a mí no me va a enseñar el señor Vivanco derechos humanos». (14-09-2008)

# “Simplemente le quiero decir al señor Vivanco y a los señores de Amnistía Internacional, que ellos no nos tienen que enseñar a nosotros de derechos humanos, ni de convicciones cristianas, ni de convicciones democráticas. Quiero recordarle al señor Vivanco que él no es el profesor nuestro en derechos humanos y que no lo recibimos como tal, que aquí le perdimos el respeto hace mucho rato”. (01-11-2008)

# “No vamos a permitir ahora que el bloque intelectual de las Farc nos desoriente con un discurso de paz que finalmente fortalezca el terrorismo –afirmó el Presidente–. El bloque intelectual de las Farc es muy hábil, muy astuto, no se atreve a combatir a fondo la política de seguridad democrática, el bloque intelectual de las Farc defiende a las Farc simplemente hablando de paz. Ellos, con el cuentico de su paz, y con la acusación de las fuerzas armadas permanente nos paraliza la política de seguridad democrática. No caigamos en esa trampa” (09-02-2009) [7]

Estas son algunas perlas uribistas que nos demuestran el profundo desprecio que siente por los Derechos humanos y quienes los defienden. La última agresión en contra de los defensores de derechos humanos la lanzó a fines de julio, mientras una delegación internacional visitaba la fosa común más grande del hemisferio occidental en La Macarena (Meta), donde se estima que desde el 2004 se han arrojado más de 2.000 cadáveres asesinados por el Ejército y el paramilitarismo. En esos precisos momentos Uribe Vélez decidió viajar a esa localidad, no a expresar su dolor ante los familiares de las víctimas; no a exigir esclarecimiento de los hechos, ni justicia, sino que a felicitar al Ejército y a presionarlo en seguir “adelante”, mientras atacaba a los defensores de derechos humanos:

“Ahora el terrorismo -y ojalá esto lo sepa el país- quiere tender la trampa de frenar esta victoria parcial, a través de la combinación de formas de lucha. Hoy el terrorismo, a través de voceros, está proponiendo la paz para poderse refrescar y recuperarse para prolongarnos la victoria final.

El terrorismo, en esa combinación de formas de lucha, mientras a través de algunos voceros propone la paz, a través de otros voceros viene aquí a La Macarena a buscar cómo desacredita a la Fuerza Pública y cómo la sindica de violación de Derechos Humanos. No podemos caer en las trampas del terrorismo ¡Firmeza!”[8]

Esto solamente por nombrar las intervenciones directas de Uribe. Si nos pusiéramos a repasar todos los ataques y señalamientos de funcionarios, ministros, parlamentarios y de su asesor presidencial, José Obdulio Gaviria, daría para mucho más largo.

Con estos antecedentes bastaría para cuestionar la presencia de este siniestro personaje en la comisión.

COLOMBIA E ISRAEL: UNIDOS EN LA GUERRA CONTRA EL «TERRORISMO»

Pero eso no es todo. Aparte de su desprecio por lo derechos humanos, Uribe tampoco puede ser neutral por una situación objetiva: Colombia es el mayor receptor de “ayuda” militar de los EEUU después de, ni más ni menos que Israel y Egipto… ¿Qué clase de neutralidad puede tener en estas condiciones?

Más aún, Colombia e Israel tienen profundos lazos de cooperación bélica y en inteligencia militar:

# Gran parte del armamento que Colombia utiliza en su guerra contrainsurgente ha sido comprada a Israel (de hecho, es su cliente militar número 1), incluidos aviones Kfir, aviones de reconocimiento no tripulados, armamento y aparatos de inteligencia[9];

# Un contrato del Ministerio de Defensa Colombiano con asesores militares israelíes por US$ 10 millones, fue firmado en abril del corriente año [10];

Estos para mencionar solamente los nexos oficiales: recordemos que los paramilitares de ultra derecha, patrocinados por el Estado colombiano, y muy particularmente por Álvaro Uribe Vélez cuando aún era gobernador de Antioquia en los ’90, recibieron instrucción sobre acciones terroristas por parte del reconocido mercenario israelí Yair Klein a finales de los ’80 [11].

Estos nexos no son sorprendentes, pues ambos países comparten una ideología común que mantiene que toda forma de oposición es “terrorista” y en la lucha contrainsurgente las consideraciones humanitarias no ocupan siquiera un papel secundario: sencillamente no existen.

Esta visión ha sido reforzada por la visita de abril del Canciller colombiano Jaime Bermúdez a Israel, donde habló de “su deseo de fortalecer las relaciones militares de Colombia con Israel” así como de la “necesidad de hacer más en la lucha conjunta contra el terrorismo”. Para no dejar en duda la relación especial que existe entre Colombia e Israel, Bermúdez remató diciendo que cualquiera sea el nuevo presidente colombiano (abril era época de elecciones) se mantendría la relación fuerte con Israel y el apoyo irrestricto a su país: “Admiro su pueblo, admiro su país, los admiro. Tiene muchísimos amigos en Colombia” [12].

Independiente de las opiniones personales de Bermúdez hacia Israel, es claro que está reflejando una línea de Estado, fundamentada en su posición respectiva de guardianes regionales de los intereses de Washington. Es impensable que pueda creerse que un gobierno con semejantes vínculos militares y con semejante similitud ideológica pueda tener la menor sombra de imparcialidad en la investigación sobre la masacre de la Flotilla. ¿Qué imparcialidad puede tener el representante de un Estado en el cual su ministro de Defensa, y actual presidente electo, Juan Manuel Santos puede decir sin rubor que le enorgullece que Colombia sea llamada el Israel de América Latina? [13]

Tal vez este es el primer paso para hacer más conjuntamente en contra del “terrorismo” como diría Bermúdez. Así, se lavan la cara mutuamente, ya que mientras Uribe posa de ejemplo humanitario para el mundo, aplicará su conocida política de «tape tape» sobre los crímenes israelíes. Después de todo, para ambos regímenes los defensores de derechos humanos no son otra cosa que terroristas de civil, gente peligrosa cuyo objetivo es hacer el juego al terrorismo internacional para frenar la Santa Cruzada de estos incomprendidos justicieros en Colombia e Israel.

Dudamos que nada relevante salga de esta comisión. Lo único quizás que logre demostrar es el grado de influencia que los EEUU e Israel tienen en el despacho de Ban Ki Moon. Lo que sí queda más que claro es que todos los ingenuos que esperen alguna investigación imparcial de esta comisión terminarán desencantados de este supuesto avance “sin precedentes”.

Por José Antonio Gutiérrez D.

4 de agosto, 2010


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