Nomofobia: 9 de cada 10 chilenos no pueden dejar de revisar el celular antes de irse a dormir

Entre otros interesantes datos, una investigación sobre la adicción al celular rebela que más de la mitad de los encuestados prefiere que se le queden las llaves en la casa antes que el teléfono móvil y que el 45% de los chilenos revisa si ha recibido algún mensaje después de tener relaciones sexuales.

Nomofobia: 9 de cada 10 chilenos no pueden dejar de revisar el celular antes de irse a dormir

Autor: Daniel Labbé Yáñez

Nomofobia

Una interesante investigación orientada a entender la nomofobia (abreviatura de la expresión inglesa no-mobile-phone phobia) o adicción al celular, muestra la dependencia que tienen los chilenos de su smartphone, quienes lo consideran como un artículo de primera necesidad, incluso más que las llaves de la casa o la billetera.

Del estudio realizado por GfK Adimark junto a Entel se desprende que el teléfono celular es un artículo prioritario para los chilenos, llegando la satisfacción de esa necesidad a entorpecer las situaciones cotidianas de nuestra vida. Por ejemplo, el 64% de los encuestados afirmó que el smartphone es más importante que el computador y el televisor, y son las mujeres quienes más lo priorizan, con un 76% de las respuestas, frente al 53% de los hombres.

Más de la mitad del total de la muestra prefiere que se le queden las llaves en la casa antes que el teléfono móvil y en caso de que se les quede en casa, casi el 60% se devolvería a buscarlo.

También se indagó en qué situación es más importante el olvido del celular: al asistir a una reunión social o a una de trabajo/estudio. Al parecer, los chilenos encuentran más insoportable estar sin teléfono móvil en reuniones sociales que en reuniones laborales o académicas, en especial para las mujeres, con un 60% que se inclina por esa respuesta.

Una de las preguntas que se hizo a los encuestados fue si alguna vez alguien les ha pedido dejar el celular, al estar en presencia de otras personas: el 56% aseguró haber tenido esa experiencia, siendo también en este caso las mujeres las más enfrentadas a esta situación.

La directora de comunicaciones de GfK Adimark, Catalina Correia, explicó respecto a que las mujeres aparezcan con una dependencia mucho mayor de sus teléfonos móviles, que «puede deberse a que, en general, las mujeres somos más comunicativas y es importante para nosotras poder mantener un contacto cotidiano con todas esas microcomunidades o microentornos que forman parte de nuestra vida: nuestra pareja, nuestros hijos, los apoderados del colegio de los niños, la familia extendida, la gente de la oficina, las amigas de la vida, por nombrar sólo a algunas». Sin embargo, agregó Correia, «hay que preguntarse si tiene sentido estar tan preocupados de mantener un contacto o vínculo con quién está detrás del teléfono en desmedro de las personas con las que estamos frente a frente. Creemos que la respuesta es no”.

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«45% de los chilenos revisa si ha recibido algún mensaje después de tener relaciones sexuales»

El estudio constató además que el 39% de los chilenos ha sido amonestado por sus parejas para que dejen de usar el celular, y es a los hombres a quienes más les han llamado la atención.

En cuanto a lugares se refiere, el 69% de los chilenos usa cotidianamente el celular en el baño, mientras que un 42% lo hace mientras come. El 39% lo utiliza para revisar mensajes de Facebook, Whatsapp o SMS durante una misa o ceremonia funeral, y el 22% lo usa igualmente durante una cita médica o psicológica.

Otro dato llamativo recogido es que casi el 90% de los chilenos utiliza el móvil mientras está en la cama antes de irse a dormir, mientras que el 76% lo hace antes de salir de la cama en la mañana. Una adicción que no está exenta de situaciones íntimas, ya que el 45% de los chilenos revisa si ha recibido algún mensaje después de tener relaciones sexuales.

Nomofobia 2

La nomofobia también se manifiesta en el ámbito laboral. En ese sentido, el 34% de los encuestados asegura hacer uso en forma regular del teléfono en reuniones de trabajo o en la sala de clases, cifra que aumenta a 49% cuando es de manera ocasional. Y en casos extremos, el 7% aseguró haberlo usado durante una entrevista de trabajo; los hombres son quienes más caen en esta práctica.

Cabe destacar que para hacer esta investigación, se encuestó en línea y durante el mes de enero a 497 personas: hombres y mujeres de 15 a 45 años de todos los segmentos económicos, que residieran en Santiago y que tuviesen un smartphone. La muestra es representativa de un estimado del 56% de la población nacional.


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