¿Se puede tener una relación abierta con éxito? Experta en parejas ofrece algunos consejos

Estableciendo límites claros, pasarse de la monogamia a una relación abierta puede funcionar, pero hay que prepararse para la posibilidad de un quiebre, afirma la consejera de parejas Ammanda Major, del sitio de especialistas 'Relate'.

¿Se puede tener una relación abierta con éxito? Experta en parejas ofrece algunos consejos

Autor: Sofia Olea

juntos en el pasto

La monogamia ha sido por mucho tiempo la forma mas popular de manejar una relación de amor erótico en la mayoría de nuestras culturas, pero algunos antropólogos piensan que la norma, a través de la historia, realmente ha sido la poligamia. Esto podría explicar por qué a pesar de que aspiramos a ser monógamos y pongamos la fidelidad en un pedestal, en muchos casos no somos muy buenos para practicarla.

Sólo hace falta mirar las estadísticas acerca del número de personas que dicen haber engañado a sus parejas. En un estudio del sitio Relate, en conjunto con Marriage Care and Relationships de Escocia, la estadística fue de 24%, mientras otros estudios han resultado en números bastante mayores, publica el medio británico The Independent.

Para algunas parejas, dar permiso a su compañero o compañera para seguir sus deseos sexuales se siente como una opción más honesta y realista. Muchas parejas reportan que las relaciones abiertas los acercan más. Esto se basa en un estudio de 2014 publicado en el semanario ‘Sexual and Relationship Therapy’, cuya conclusión era que los adultos maduros en relaciones abiertas eran más felices, saludables y sexualmente activos que aquellos que llevaban relaciones exclusivas.

Es probable que muchos de nosotros nos hayamos planteado alguna vez si somos capaces de tener éxito en una relación abierta. Ciertamente no debe ser para cualquiera y si, como pareja, están tentados a renunciar a la fidelidad y la exclusividad, es bueno considerar y discutir profundamente lo que podría significar para ambos.

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Considerar tu relación ideal

Para empezar, vale la pena considerar como tendría que ser una relación abierta ideal para ti y tu pareja. Usualmente significa que cada miembro de la pareja es libre de engancharse sexual y emocionalmente con otras personas. Pero la no-monogamia es un concepto generalizado que podría significar varias cosas diferentes. Tal vez la pareja no quiera andar buscando activamente enredarse con otras personas a diestra y siniestra, pero quisieran tener un acuerdo en que si uno de los dos se embarca en una relación externa, lo pueda hacer sin culpa ni preocupación. Esto podría estar bajo la etiqueta tentativa de polimonogamia (el término original en inglés es monogomish, que denota algo así como ‘más o menos monogamia’, y ha sido acuñado por el columnista estadounidense de amor y sexo, Dan Savage).

Para algunas personas, una relación abierta es una oportunidad liberadora que puede dar la certeza de que el día a día con una misma persona nunca se va a estancar. De acuerdo a un sondeo de YouGob, un 72 por ciento de las personas no tendrían jamas una relación abierta. Tal vez tu pareja también está dentro del 13 por ciento de personas que considerarían este tipo de relación, pero, ¿qué pasa si no se establece adecuadamente?

Las consecuencias emocionales

Desafortunadamente, una vez que uno de los dos sugiere la posibilidad de estar juntos pero con otros, aún si no aparece un tercero la otra persona puede quedarse con la idea de que no es suficiente para su pareja. Para los que sí entran de lleno en una relación abierta, aun en el entendido de que ambos son el núcleo, y que la relación principal es la de ellos dos, puede haber sentimientos heridos al saber que el otro fantasea o se entusiasma con otra persona.

La razón de esto es que a pesar de la tendencia poligámica, también le damos mucha importancia a la cercanía e intimidad que podemos tener con una sola persona. Alguien en quien podemos confiar para que nos acoja y con quien tengamos la confianza y la intimidad de uno a uno. El problema es que a veces la exclusividad deriva en posesión, con una de las dos partes (o ambas) reprimiendo al otro e impidiéndole tener amigos.

Se puede argumentar que el acuerdo para una relación libre o abierta es la antítesis de los problemas que acarrea el «derecho a la exclusividad». Cada uno es libre de ir y venir, sin corazones rotos y ciertamente sin culpabilidad. Cada uno sabe cuales son la reglas, pero a menos que los dos tengan la misma forma de pensar, la letra chica es que las relaciones abiertas, sí pueden llegar a causar penas y resentimiento emocional.

de la mano

La importancia de los límites

¿Por qué algunas parejas son capaces de hacer que su relación abierta funcione? La respuesta es que en esos casos los límites están bien definidos. La pareja sabe exactamente de dónde viene su pareja y no existe la sensación de haber sido abandonado solamente por no ser suficiente para el otro.

Ya sea sexo casual o relaciones más íntimas, ninguno se siente abandonado. Por supuesto que se espera que cualquier tercera persona que se involucre en este acuerdo de sexo con alguien que está en pareja, compartirá los planes de ellos y volverá a su su vida, una vez que la aventura -o relación externa- se haya terminado.

Y aquí puede surgir un problema, el más complicado de las relaciones abiertas. Aun con la mejor de las voluntades y con todos los involucrados al tanto de las normas, la gente cambia. Una historia común para los terapeutas es cuando uno de los dos se termina enamorando en serio de un amante, aun sin haber tenido intenciones. En esos casos suele pasar lo mismo que en las relaciones exclusivas y monógamas, puesto que se ha roto un acuerdo. Surgen las recriminaciones, hay corazones rotos y duelos emocionales.

¿Vale la pena el riesgo ?

Entonces, si están tentados con una relación abierta, hay algunas claves que es necesario recordar.

Asegúrense de que tú y tu pareja quieran exactamente lo mismo. Sin esto y desde el principio, vendrán cuestionamientos, confusiones y recriminaciones relativas al compromiso.

Si ya tienen algunas normas básicas que ya están entendidas, no asuman que éstas van a durar para siempre. Como todas las cosas en el amor y las relaciones, hay que estar constantemente confirmando para saber en qué está tu pareja, que siente, cómo le está yendo y, en definitiva, cómo están ambos. Una cosa es teorizar acerca de una relación abierta y otra muy diferente es ponerla en práctica. Mantener una comunicación abierta es mucho mejor que especular, imaginar cosas o guardarse todo.

Finalmente, no tengan miedo de admitir que lo que pensaban que querían, en realidad no es tan excitante como creían. Pero estén preparados para el conflicto: volver a establecer una relación exclusiva, de uno a uno con tu pareja, puede tomar mucho trabajo. También puede pasar que sólo tú quieres volver a la monogamia, mientras tu pareja se siente bien con la relación abierta y siente que es la única forma. Por último, puede que pienses que de todas maneras es un riesgo que vale la pena tomar. Eso es algo que solamente ustedes dos sabrán.

El Ciudadano

 


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