En los 7 largometrajes de Tarkovski, se cifran, sin excepción, algunos de los momentos más altos de la historia del cine. Pocas obras cinematográficas remiten tanto a la poesía, a la poesía espiritual y luminosa, como la obra de este cineasta ruso.
En esa onda poética, queremos compartir una serie de citas —espejos verbales— en las que Tarkovski habla sobre el cine y la creación artística. Las acompañamos con una serie de imágenes tomadas con la magia instántanea de las Polaroids, fotografías que el cineasta hizo en Rusia y en Italia, desde 1979 hasta 1984, y que exhiben la enorme sensibilidad a la luz que tenía este genio del cine.
Todas las citas pertenecen al ensayo «Esculpir en el tiempo», del mismo Tarkovski, donde realiza una concienzuda y radical reflexión sobre su propio quehacer artístico
«Cuando hablo de poesía, no estoy pensando en ella como un género. La poesía es una conciencia del mundo, una forma particular de relacionarse con la realidad… Un artista así puede discernir las líneas del diseño poético del ser. Es capaz de ir más allá de las limitaciones de la lógica coherente, y comunicar la profunda complejidad y la verdad de las conexiones impalpables y los fenómeno ocultos de la vida».
«¿Tal vez el significado de toda actividad humana yace en la conciencia artística, en el acto desinteresado y sin objetivo de crear? ¿Tal vez nuestra capacidad de crear es evidencia de que nosotros fuimos creados en la imagen y semejanza de Dios?».
«Yuxtaponer a una persona con un ambiente ilimitado, cotejándolo con innumerables personas pasando a un lado, cerca y lejos de él, relacionándolo con el mundo entero: ese es el significado del cine».
«El tiempo solo es un estado: la flama en la que vive la salamandra del alma humana».
«La idea de infinito no puede ser expresada en palabras o descrita, pero puede ser aprehendida a través del arte, que hace tangible lo infinito. Solo se puede llegar a lo absoluto a través de la fe o del acto creativo».
«El arte nace y toma control en donde sea que existe una esperanza atemporal e insaciable por lo espiritual, por lo ideal: aquella esperanza que acerca a las personas al arte… en una creación artística la personalidad no se afianza a sí misma, sirve a otra, más alta y comunal idea. El artista es siempre el sirviente, y está perpetuamente intentando pagar por el regalo que le ha sido dado como por un milagro. El hombre moderno, sin embargo, no quiere hacer ningún sacrificio, aunque toda verdadera afirmación del ser solo puede ser expresada en un sacrificio. Gradualmente se nos olvida esto, y al mismo tiempo, inevitablemente, perdemos todo sentido de un llamado humano».
«Una persona debe ser ella misma, debe tener el valor de decir: «soy yo, eso es lo que soy». No es fácil. A todos nosotros nos encanta gustar».
«No copies nunca a la naturaleza. El artista debe ser como el Creador mismo. Él mismo debe crearlo todo».
«En cuanto cedes en algo que no crees, luego sucumbes y te conviertes en un conformist».
«El cine es una realidad emocional y, como tal, el espectador la percibe como una segunda realidad. Por este motivo, esa idea tan extendida de que el cine es un conjunto de signos me parece una idiotez, falsa en sus fundamentos».
«En todas mis películas me he esforzado por establecer lazos de unión que aúnen a las personas (dejando de lado los intereses meramente materiales). Lazos de unión que, por ejemplo, a mí mismo me unen a la humanidad y que a todos nosotros nos ligan con lo que nos rodea. Tengo que sentir imperiosamente mi continuidad espiritual y el hecho de que no me encuentro por azar en este mundo».
«Lo que me interesa es el hombre, en quien se encierra todo el universo».
«Quiero subrayar una vez más que el cine, al igual que la música, opera con realidades. Por eso estoy en contra de los intentos de los estructuralistas de considerar el plano como signo de otra cosa, como resultado de un sentido. Esta es una trasposición meramente formal, falta de crítica, de métodos analíticos propios de otras artes. Un elemento musical no tiene intereses ni ideología. Y también un plano cinematográfico es siempre un fragmento de la realidad carente de ideas».
«Yo no soy un artista de salón, no soy responsable de que mi público esté de buen humor…».
«Debo decir que la acción externa, las intrigas y la conexión entre los acontecimientos no me interesan para nada, y que en cada película me van interesando menos. Lo que realmente me preocupa es el mundo interior de las personas. Por eso me resultó algo completamente natural lanzarme al viaje hacia el interior del alma de mi héroe, en la filosofía que lo sustenta, en las tradiciones culturales y literarias en que se basan sus fundamentos internos».