Andrés Ibarra, titular de la flamante cartera de Modernización -conocida informalmente por ser la encargada de orquestar la oleada de despidos masivos- confirmó que son 6200 empleados públicos menos desde que asumió Mauricio Macri como presidente hasta el 31 de enero.
De acuerdo al ministro, estos contratos no se renovaron o se cancelaron «producto de distintas situaciones, primera y obvia, gente que no iba al lugar de trabajo, otros que concurrían en horarios acotados y en otros que pertenecían a movimientos sociales y políticos, a la militancia».
Explicó que «en los últimos tres años se iniciaron más de 25 mil contratos (en el Estado) que cuando uno compara con años anteriores el crecimiento ha sido sustancial», y aclaró que su gestión renovó esas contrataciones «por tres meses para poder hacer este análisis».
Sobre los 11 mil concursos para cubrir puestos en la administración pública, Ibarra dijo: «Había en trámite 11 mil concursos en todo el gobierno y unos 2 mil y pico ingresaron». Y añadió: «Estamos analizando los concursos porque lo que no queremos es que se haya hecho un concurso sobre un cargo que no existe o que no tenga razón de ser y segundo que ese concurso sea ilegitimo».
Consultado por Radio Mitre, el funcionario rechazó las acusaciones del secretario general de ATE, Hugo Godoy, quien afirmó que el macrismo está «despidiendo a miles» de empleados del sector estatal «para extorsionar al resto de los trabajadores en función» de que acepten «condiciones a la baja en la discusión salarial».
«No, no. La verdad, honestamente, no comparto para nada esa definición. Nunca vamos a utilizar algo tan virtuoso, como es el empleo para una persona, como un mecanismo casi extorsivo como se define ahí», respondió el ministro.