Fenomenal. Tu dieta está funcionando y has perdido algo de peso. Tras tantos días de pasar hambre y contar calorías parece estar dando resultado, pero ¿por qué tu barriga se mantiene perenne como si no fuese con ella la cosa? Al margen de que quizás te estés saltando realizar algún que otro ejercicio abdominal, es probable que a tu menú le falte un pequeño apoyo para lucir un vientre plano. Prueba con estos que proponen los expertos en nutrición de ‘Dummies’ y notarás la diferencia.
1. Manzanas, uvas o vino: tintos
El consumo de todos ellos en sus variantes coloradas hacen que aumente en nuestro organismo el piruvato de calcio, una sustancia que se origina durante la digestión que acelera nuestro metabolismo, nos llena de energía y alimenta a nuestras células.
2. Algas marrones
Comestible frecuente en las tiendas especializadas en productos japoneses, podemos encontrar estas algas con el nombre de wakame o hijiki. Contienen un carotenoide llamado fucoxantina que ayuda a reducir la grasa del vientre activando una proteína específica que aumenta la velocidad a la que el cuerpo quema la grasa del abdomen.
3. Salmón
Los alimentos ricos en ácidos omega-3, como el salmón y otros pescados, reducen la acumulación de grasas en la zona abdominal manteniendo la hormona del estrés –cortisol– y la adrenalina en los niveles adecuados. Por si no te va mucho el pescado, otras fuentes naturales de origen vegetal ricas en omega-3 son las nueces, las tan de moda semillas de chía o las de lino.
4. Canela
La afrodisíaca canela contiene un polifenol activo llamado metil-hidroxi-chalcona (MHCP) que hace que las células grasas sean más receptivas a la insulina. Así, la insulina puede transportar el azúcar a las células activas manteniendo sus niveles óptimos en el flujo sanguíneo. De esta manera se evitan los picos de insulina, responsables de que el cuerpo almacene más grasa de la que realmente debería.
5. Té verde
Potente antioxidante (ideal para reducir la sensación de hinchazón e inflamción), se ha demostrado que el principal polifenol de este té, el galato de epigalocatequina (EGCG), tiene propiedades termogénicas y aumenta la oxidación de las grasas. De hecho, un estudio encontró que cuando los individuos con sobrepeso consumen la misma cantidad de calorías y realizan la misma cantidad de ejercicio, los que beben té verde adelgazan más, especialmente la desagradable grasa del abdomen.
6. Semillas de alcaravea
Esta desconocida especia, nos ayuda a deshacernos de los molestos y pesados gases que se acumulan en nuestro tracto intestinal y que, si no acabamos con ellos, pueden traducirse en un abdomen hinchado.
Las semillas de alcaravea son una poderosa arma para cuidar de nuestras digestiones gracias a sus propiedades carminativas (se dice de aquel medicamento o sustancia que favorece la disminución de la generación de gases en el tubo digestivo). Y no tienes que sentir pesadez de estómago para tomarlas, también sirven como tratamiento recurrente para mantener en buen estado a las bacterias saludables del tracto digestivo para que puedandescomponer adecuadamente los alimentos al mismo tiempo que inhibe el crecimiento de las bacterias ‘malas’ en el mismo.
7. Cebolla morada
La quercetina, un flavonoide potente que además de en la cebolla se encuentra en alimentos como las mencionadas manzanas y uvas rojas, los tomates, el té verde, las cerezas o las verduras de hoja verde, no sólo refuerza nuestro sistema inmune y cuida de la salud cardiovascular, sino que también lucha eficazmente contra la grasa del vientre inhibiendo la formación de nuevas células grasas y disminuyendo la inflación estomacal.
8. Cacahuetes
Varios estudios han señalado que una dieta rica en resveratrol puede acelerar el metabolismo, lo que ayuda a quemar más calorías (y más grasa abdominal)durante todo el día. No sólo eso, también reduce los niveles de estrógenos, culpables en gran medida de que acumulemos más grasa corporal. Además de en los cacahuetes, encontrarás una buena dosis de resveratrol en las uvas rojas, el vino tinto y el chocolate negro.
9. Vitamina C
La vitamina C ayuda a reducir los niveles de la mencionada hormona del estrés, el cortisol, de tal forma que además de sentirnos menos nerviosos almacenamos menos grasa en el vientre. Con tomar un par de raciones diarias de alimentos ricos en esta vitamina, será suficiente. Y no pienses sólo en naranjas porque el kiwi, el brócoli, el perejil o los pimientos verdes también son buenas fuentes de la misma.
10. Agua potable
Según un estudio publicado en la revista ‘Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism’ descubrió que las personas que tomaban medio litro de agua aceleraban sus tasas metabólicas hasta en un 30% y, en consecuencia, eran capaces de quemar más células grasas. No sólo eso, otra investigación aseguró que aumentar el volumen de líquido en el cuerpo promueve la descomposición de grasas y toxinas.