El fotógrafo con el que soñaban hacerse fotografiar las estrellas

La belleza dominó el universo y el horizonte de Cecil Beaton. El influyente artista inglés, fotógrafo de la realeza y de las celebridades, además de galardonado escenógrafo, elevó este término cualitativo a las esferas del arte y la moralidad, equiparando su significado con perfección, esfuerzo, bondad y autenticidad.

El fotógrafo con el que soñaban hacerse fotografiar las estrellas

Autor: Lucio V. Pinedo

Sir Cecil (Walter Hardy) Beaton fue uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX. Famoso por sus fotografías de moda, retrato de celebridades y paisajes devastados durante la segunda guerra mundial.

Su inteligencia visual es la de un genio… Escuchar como describe Beaton, en términos estrictamente visuales, a una persona, un lugar o un paisaje, es asistir a una representación divertida, brutal o bellísima, pero siempre y sin ningún género de dudas, brillante. Es justamente esto, la extraordinaria inteligencia y comprensión visual de sus fotografías, lo que hace que la obra de Beaton sea única (Truman Capote).

Autorretrato

 

Autorretrato

 

Cecil Beaton nació en Londres un día de enero de 1904. Ya, desde pequeñito, desarrolló un gran interés por la fotografía. Tanto es así que a la edad de 11 años consiguió su primera cámara, una Kodak A3 de fuelle (por aquel entonces, típica cámara que usaban los aprendices y aficionados a la fotografía). Con esta y la ayuda de la que era la institutriz de sus hermanas menores, Alice Collard (fotógrafa amateur) aprendió los aspectos técnicos básicos: iluminación, sesiones de retratos (utilizaba a sus hermanas como objetos a fotografiar), técnicas de revelado y fijación.

Durante los años 20, tentado por el glamour, las luces y las estrellas, fue fotógrafo oficial de la revista Vogue (revista a la que quedó ligado por mucho tiempo), donde consiguió captar con su lente a innumerable famosos que posaban entre unas luces y unas sombras manipuladas con especial sensibilidad. Después de varios viajes a Estados Unidos, Beaton amplió el contrato con Condé Nast (editora de Vogue) lo que le llevó a publicar también en Vanity Fair. De la misma manera, publicó dibujos, fotografías y artículos para Life y Harper’s Bazaar.

En las páginas de Vogue, Beaton descubrió a uno de sus principales referentes, Barone de Meyer. Meyer era famoso por conseguir crear atmósferas luminosas con toques artificiales, todo orientado a fotografía para el mundo de la moda y la alta sociedad. Tal era la admiración por él, que Beaton tomó estos ambientes y trucos fotográficos, pero no solo eso, además adoptó el mismo tipo de letra con el que Meyer firmaba sus retratos.

Pablo Picasso, Francis Bacon, Igor Markevitch, Jean Cocteau, Orson Welles, Marlon Brando y Mick Jager

 

Con el tiempo, la capacidad que tenía de sugerir mundos sofisticados, frágiles y sensuales, toque característico también en sus escenografías teatrales, hizo del artista un genio de la fotografía de moda y un famosísimo retratista, y ha marcado una pauta durante todo el siglo pasado (y por qué no, también en la actualidad).

Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, Marlene Dietrich, Greta Garbo, Katharine Hepburn y Maria Callas

Durante la Segunda Guerra Mundial, el trabajo de Beaton dió un giro más serio. Fue nombrado uno de los fotógrafos oficiales del gobierno británico y de diversas agencias militares. Entonces, su obra fue tomada como un registro histórico de la devastación infligida a Londres por los bombardeos alemanes.

Pero no solo triunfó como fotógrafo. Después de terminar su etapa de Vogue (allá por los años 50), dedicó todo su talento y energía al mundo del cine y el teatro como escenógrafo y diseñador de vestuario en grandes clásicos como My Fair Lady o Gigi.

La belleza es la palabra más importante del diccionario. Es sinónimo de perfección, esfuerzo, verdad, bondad (Cecil Beaton).

Todas las fotografías de este artículo han sido tomadas de internet.


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