El nombre del disco remite inmediatamente a un juego de ideas y de asociaciones. No por la banda Santiago del Nuevo Extremo, sino por el nombre que le dio el conquistador español a la actual capital del país, y que Aedo modifica instalando un color, en vez del nombre de antaño, y eso permite inmediatamente imaginar otra perspectiva, otra posibilidad lejana a la contaminada y congestionada localidad, y lleva a pensar en otros ritmos, otras sensaciones, como las que van construyendo en lo particular cada pieza y se hacen un todo conceptual. En algo que el propio músico relaciona con su hábitat, su hecho de vivir en el Cajón del Maipo, donde la naturaleza aún presenta expresiones de libertad que la ciudad ahoga y destruye. Pero el disco establece otras relaciones, como es la de ser el trabajo que cierra o que es el último de la trilogía geográfica iniciada anteriormente con los álbumes Polosur celeste (1999) y Norte verde grande (2005), todos ellos con composiciones del propio Marcelo Aedo, donde explora en los lenguajes de la fusión y elementos de música étnica acústica, y también con el apoyo de sintetizadores.
Marcelo Aedo
Azul del nuevo extremo
Oveja Negra
(P) 2009
Onda Corta
El Ciudadano