San Valentín: las rosas no son un regalo muy ecológico

Nunca he sido fan de día de San Valentín. Será porque para mí el día de los enamorados es cada día ;-) (afortunada que es una). De cualquier modo, nos guste o  no, y sea una fiesta yankee o no, el 14 de febrero millones de personas en el mundo entero comprarán flores, bombones y toda clase de regalos para “sus enamorados”. Este post de hoy va precisamente de flores y, sí, lamento decirlo, del impacto en el medio ambiente y en la calidad de vida de las personas que las producen, de esas rosas que se comparten en nombre del amor y sin pensar en la ecología.

Sólo en Estados Unidos (el país de San Valentín por excelencia, desde luego) se gastan unos 2.100 millones de dólares en flores. Según este articulo sobre el negocio de San Valentín, hablamos de unos 100 millones de rosas en el mundo, cuya producción es responsable de inmensas cantidades de CO2, además de consumo de agua y, desde luego, festilizantes y plaguicidas que contaminan el suelo y los acuíferos cercanos a  las zonas de producción.

En esta ocasión dejaré hablar, sobre todo, al reportaje  Los hijos y las hijas de las flores,y a los niños que lo protagonizan. Se trata de los hijos de trabajadores de empresas colombianas productoras de flores, que relatan las jornadas de trabajo desproporcionadas y sin descansos mínimos que cumplen sus padres, la pobreza a la que se sienten atados por los salarios injustos, las enfermedades que padecen y de cómo muchos llegan, irónicamente, a perder sus trabajos por estas mismas enfermedades que son consecuencia del agotamiento y del alto nivel de toxicidad al que son expuestos. Niños que se ven obligados a hacerse cargo de sus hogares y de sus hermanos menores, porque sus padres son unos grandes ausentes que luchan día a día por hacerles llegar el pan a casa.

El vídeo los hijos e hijas de las flores:

Algunos datos sobre el poco ecológico y socialmente responsable mercado de las flores en Colombia (muchos extraídos del mismo vídeo):

• Es una industria que genera 182.000 empleos (65% de mujeres).
• 1.000.000 de familias dependen de esta industria.
• 65% de los trabajadores son mujeres (que jamás recibirán flores por San Valentín).
• 75% de la producción está destinada a los Estados Unidos, y el 80% de las rosas que se venden por San Valentín en Estados Unidos tienen origen colombiano.
• En 2010 las exportaciones ascendieron a 1.240 millones de dólares.
• En los últimos años se han destruido 24.ooo empleos pero la producción no ha bajado.

Si quieres saber más, en el artículo San Valentín: rosas y espinas, Esther Vivas habla de la situación de explotación laboral de las empleadas de las empresas productoras de flores de Kenia, Etiopía, Colombia y Ecuador, y del altísimo impacto ecológico que tiene esta industria floral. Y este estupendo artículo de Carro de combate se enfoca sobre todo en el negocio holandés. Como verás, la mayor parte de las flores que se venden en España son importadas de Holanda pero gran cantidad de estas han sido producidas realmente en Kenia. La historia que hay detrás de estas flores no es más bonita que la que acabamos de ver.

Antes de despedirme, para poner un toque más agradable a este post, te dejo una entrevista a un hombre que, después de años cultivando flores con los métodos convencionales de la industria, dio el salto a la producción ecológica. Una historia que recuerda al camino que dio origen a proyectos como Vinyols Camp y Apadrina Cirerers.

Espero que este post te ayude a vivir un día de los enamorados más ecológico y con mayor responsabilidad social. Y te recuerdo, antes de despedirme: cada vez que consumes, estás dando tu apoyo a un modelo.