No pudo superar las secuelas del balonazo. Andy Wilkinson, exjugador del Stoke City, se ha visto obligado a retirarse del fútbol profesional al no poder superar una conmoción cerebral que sufrió el año pasado a causa de un balonazo. Wilkinson, de 31 años, sufrió un pelotazo en la cabeza durante un partido de FA Cup el ante el Blackburn Rovers el 14 de febrero de 2015.
“Una volea acabó directamente en mi sien. Corrí hacia atrás y perdí completamente mi visión periférica por el lado derecho. Acababa de volver al equipo, así que seguí jugando y no se lo dije a nadie. Jugué la mayor parte del partido sin ver nada por el lado derecho. Según pasaba el tiempo, fui teniendo más problemas: vértigos, náuseas, problemas de equilibrio. Tuve también problemas mentales, ira y pasé por una depresión”, cuenta Wilkinson a ‘Sky Sports‘. El futbolista inglés asegura que, un año después, todavía tiene problemas en el cerebro, en el cuello y en la vista. “Incluso si mañana me levantase mejor y los especialistas dicen que estoy bien para jugar, el riesgo sería demasiado alto”, añade Wilkinson.
El Stoke City tenía pensado liberar al jugador el verano pasado, pero finalmente le ofrecieron un contrato de seis meses, que acabó en enero. Uno de sus exentrenadores en el Stoke, Tony Pulis, le dedicó unas palabras a modo de homenaje: “Wilkinson refleja exactamente los valores de aquel equipo. Era una persona honesta, trabajadora y que lo daba todo. Y cuando digo todo es todo. En los entrenamientos, en los partidos, hacía todo lo que se le pedía. Nunca protestaba por nada y hacía siempre todo dando lo mejor de si mismo”.