El ministro de Modernización, Andrés Ibarra, es el encargado de «reordenar» el Estado, es decir, de decidir y ejecutar los despidos de empleados que desarrollan sus tareas dentro del ámbito público. Desde que comenzó la gestión de Macri, van miles de bajas en los contratos estatales: el Gobierno admite una cifra de aproximadamente seis mil despidos mientras que la Asociación de Trabajadores Estatales (ATE), contando las esferas nacionales, provinciales y municipales, denuncia que son más de 20 mil.
Ibarra consiguió que su par frente a los medios públicos, Hernán Lombardi, designara -sin concurso- a María Carla Piccolomini en la gerencia de Radio y Televisión Argentina (RTA). Piccolomini es la esposa de Ibarra.
Si bien desde el entorno de Ibarra trataron de negar cualquier influencia del ministro en la decisión, trascendió en versiones periodísticas que el encargado del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos estaba en contra de la designación y que cedió a partir de la injerencia del responsable de la cartera de Modernización.
Hasta ahora, el trámite administrativo sigue sin completarse ni tampoco fue publicada la designación en el Boletín Oficial. Sin embargo, los medios ya se han hecho eco de la noticia por la dimensión de la contradicción del discurso macrista y ha sido confirmada la presencia de Piccolomini en las oficinas de RTA.
Piccolomini trabajó en el área de prensa de la Legislatura porteña, en el Instituto de Vivienda de la Ciudad, en el Ministerio de Educación, y en el ministerio de Modernización de la Ciudad de Buenos Aires, cuando su esposo era ministro del área local.
En tanto, Andrés Ibarra anunció que su ministerio podría «revisar» 25 mil contratos más.