En la entrevista señaló que “el debate que la DC tiene que hace es definir su identidad. Creo que hay un problema de división interna. En parte, es ideológica y, en parte, también tiene un carácter de disputa entre liderazgos distintos”.
Más adelante argumentó que aquello que vuelve más débil al partido, es la división que existe al interior y que faltan definiciones que sean compartidas por la colectividad, argumentando que «en general, el diálogo ha sido más bien de sordos”.
Frente a la pregunta sobre si ha existido entreguismo en la DC señaló que “Creo que en la DC hay un sector que tiene un cierto complejo cuando nos acusan de neoliberales. No somos neoliberales; creemos que una economía social de mercado es la que mejor permite crecimiento y progreso social; cuando nos acusan de golpistas, no fuimos golpistas…» y prosigue «…tenemos complejos de que nos digan conservadores o que estamos contra las reformas. Tenemos complejos respecto de lo que la Concertación hizo. Pienso que a la DC le falta coraje. Por temor a descalificaciones, nos sumamos a posiciones que son más populares, en vez de decir que no. No defendemos lo que tenemos que defender y finalmente se impone una mirada que hace que el partido pierda su identidad”.
Una de las lecturas que se puede desprender de lo dicho anteriormente es que está haciendo alusión directa a lo que ha sido su causa personal, vale decir, a dar la contra al proyecto de aborto en 3 causales del cual ha sido una de las más férreas detractoras ya que varios de sus conterulios de partido se han mostrado a favor de esta reforma.
Otra de las polémicas que abrió Mariana Aylwin con su entrevista, fue que cuestionó el liderazgo de Jorge Pizarro dentro del partido. Sobre este punto, señaló que “lo he visto marcando puntos en el debate, sin embargo, hay un problema con la legitimidad”.
Lo gracioso es que cuando le preguntaron si Pizarro debe renunciar a su cargo, dijo: “Él tiene que decidir”. y prosiguió señalando que “es una reflexión que él tiene que hacer y decidir en conciencia. En la situación en la que se ha visto envuelto, sea justa o no, porque no sabemos, hay un proceso en curso, tiene que ver con sus hijos, uno no puede previamente sancionar a una persona por una situación que está en proceso (…) sin duda, el prestigio del presidente de la DC se ha visto muy cuestionado y eso afecta al partido”.
Sin embargo, lo más aclarador y, donde estamos completamente de acuerdo es que hizo una reflexión sobre el rol que cumple la DC dentro de la Nueva Mayoría. Sobre esto, Aylwin sostuvo que: “la Nueva Mayoría tiene que reflexionar sobre su proyección, sobre qué va a ser. Y la DC, en ese contexto, tiene que optar si se mantiene en una coalición que se expande hacia la izquierda, en que el peso mayor lo tienen los partidos con los que pensamos diametralmente distinto, como el PC o el MAS. Partidos que tienen mucho menos electorado que nosotros y que influyen mucho más, porque probablemente la Presidenta tiene más afinidad con ellos que con la DC. En ese contexto, en una Nueva Mayoría, tal cual está, creo que la DC tiene que evaluar su permanencia. Si es otra Nueva Mayoría, en que la DC puede influir más, habrá que verlo. Pero en ese contexto, lo que hay hoy, si quiere proyectarse exactamente lo que existe hoy, o ampliándose a la izquierda, la DC no tiene nada que hacer ahí. El escenario está muy abierto, hay mucho paño por cortar”.
Y para rematar, señala que «El problema no es solo el PC, el Partido Comunista ha tenido mucho más influencia de la que tiene en número de parlamentarios, pero es también el senador (Alejandro) Navarro, el senador (Jaime) Quintana, es la actitud de un sector dentro de la Nueva Mayoría que ha querido hacer pasar la aplanadora y hacer un gobierno refundacional. Entre ellos está el PC, pero también está Revolución Democrática, que si bien se supone que no está en el Gobierno, ocupa cargos en el Ejecutivo, y en el Ministerio de Educación tiene una gran influencia.»