Luego que el Gobierno ayer estableciera un plazo de 48 horas para realizar indicaciones al proyecto de ley que reforma las relaciones laborales, la Cámara Alta se abocará durante la presente jornada a destrabar la iniciativa legal para facilitar su pronta promulgación.
El proyecto del Ejecutivo –cuyos puntos conflictivos se refieren a huelga efectiva, extensión de beneficios, titularidad sindical, descuelgue e inclusión de beneficios para trabajadores subcontratados– es uno de los que más dificultades ha tenido para transformarse en ley.
En efecto, ya se le han hecho más de 800 indicaciones. En principio el Gobierno se había puesto como meta sacarlo antes del 31 de enero, pero a contar de ayer ese plazo se acotó a 48 horas. Otra consideración es la próxima llegada a la testera de ambas Cámaras del Congreso de nuevos directivos.
En la Cámara Baja asumirá el diputado (PS) Osvaldo Andrade, mientas que en el Senado se espera el arribo del PPD Ricardo Lagos Weber; cambios que, en rigor, no debiesen incidir en el curso del proyecto de reforma laboral, pero que bien podrían importar algún retraso, cuestión que La Moneda pretende evitar para no seguir retrasando el cumplimiento del programa de gobierno de la Presidenta Bachelet.