Importa poco lo que digan los políticos; es mucho más decidor lo que hacen.
“Ojalá llegaran a nuestro país cientos de Anacletos Angelini porque harían un gran aporte a nuestro país”, señaló el presidente Sebastián Piñera el año 2007, con motivo de un homenaje digital que hizo el diario El Mercurio tras las muerte de Anacleto Angelini agosto de ese año, se trataba de un italiano llegado a Chile en 1948.
Tal vez su apellido se asociaría al de otro inmigrante más llegado al país en busca de oportunidades, si no fuera por el revuelo que han causado en las últimas décadas sus “emprendimientos” y la complacencia con que el mundo político y empresarial lo vieron actuar.
El rescatar algunos de los dichos de altos personeros de administraciones presentes y pasadas profirieron, conviene, a la hora de ponderar la influencia que este grupo económico alcanzó en el Chile del siglo XX. Por ejemplo, conocido es que el ex presidente, senador por la Región de Los Ríos, y ex candidato presidencial Eduardo Frei Ruiz Tagle mantuvo una estrecha relación con don Anacleto y que coincidentemente, fue durante su gobierno (1994-2000) cuando se inauguró la controvertida Planta Celco-Valdivia en San José de la Mariquina, un tanto al norte de Valdivia. Fue este mismo político de la DC quien puso la primera piedra de la planta, otorgándole además, la ciudadanía chilena al mayor controlador de Empresas Copec.
Es cosa de buscar menciones al empresario para encontrar conexiones entre el mundo de los negocios bursátiles y el de los negociados políticos.
Tras la muerte de Anacleto Angelini, el entonces senador Frei, ingeniero de profesión, dijo: “Fue un gran luchador y un gran emprendedor, un hombre que ha hecho mucho por este país. Tuve el honor de conocerlo en los años 60, en una práctica de verano, siendo estudiante en la universidad, él estaba iniciando las primeras plantas pesqueras en el norte, y después pude seguir toda su trayectoria”.
El actual ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Piñera, Alfredo Moreno, vinculado a la empresa Falabella, también tuvo palabras para don Anacleto, que se resumen en la siguiente frase: “Ha sido uno de los empresarios más destacados que ha tenido Chile en los últimos años y en diversos sectores. Es un tipo que partió de cero y que llegó a tener la empresa más relevante de este país”.
El fútbol no queda ajeno a los negocios (la diferencia es que tiene mejor recepción popular) y es así como José Yuraszeck, el mismo del Caso Chispas (controversial por la adquisición de acciones a bajo costo y según otro por el manejo de información privilegiada), actual accionista de Azul-Azul (Sociedad Anónima que controla el Club Universidad de Chile), tenía la siguiente imagen del billonario empresario: “Desde mi punto de vista su gran mérito y enseñanza, fue emprender sin descansar nunca, adaptarse a los cambios y gobiernos que le tocó vivir, y creer en que siempre el mañana puede ser mejor que el ayer”.
Herman Chadwick, el controlador de gran parte del sistema de concesiones viales, asociadas al pago de peajes e implementación del TAG y uno de los que puede censurar programas de televisión, añadió: “es uno de los forjadores de este país. Fue un hombre de vida sobria, de trabajo. Tuvo una visión como pocos la tuvieron en Chile. Llegó acá el año 1945, después de la guerra sin un peso y levantó su fortuna con esfuerzo. Miró las cosas básicas como la pesca, la madera, el área forestal, y la transformó en riqueza para Chile”.
José Tomás Guzmán, abogado ligado al Grupo Angelini hace medio siglo. En una de las pocas entrevistas dadas al respecto, se refirió a las inversiones de su amigo “Don Cleto”; entregó información clave al respecto, una vez muerto el empresario.
Reproduciremos información entregada por el propio El Mercurio: “Lo que catapultó a las grandes ligas fue la compra de Copec en 1986, a los 72 años de edad. Ese año, Angelini adquirió el 41% de la empresa que había pertenecido al imperio del grupo Cruzat, allí es donde señalan otros que se conocieron el propio Piñera y su ministro Moreno”.
Relatando las pugnas vividas a raíz de intentos de controlar el mercado forestal y de las celulosas, anotan: “la relación [con sus socios] se fue complicando a medida que la empresa neozelandesa pasaba a manos de Internacional Paper, la mayor compañía forestal del mundo. Para 1996 la tensión había aumentado a tal punto que tras varios años de juicios y arbitrajes, Angelini terminó por adquirir el 60% de la propiedad -a través de su holding de inversiones AntarChile– después de pagarle US$ 1.233 millones a Carter Holt”.
Y luego Guzmán, su abogado de toda la vida, añade: “Luego seguimos comprando bosques, se amplió la fábrica casi al triple, y entonces se remataron los bosques de la Caja de Empleados Públicos y Periodistas y duplicamos las hectáreas de bosques. Después construimos una fábrica de tableros (Trupán) en la época de Pinochet” (…) Don Cleto soñó el proyecto Copec. Dijo: “Cómo no voy a poder transformar a Copec en la locomotora que tire para delante el país”. En ese momento estaba toda la crisis bancaria (principios de los ochenta). Copec estaba absolutamente quebrada, todos los bancos del mundo eran acreedores de la empresa, era un listado impresionante. Entonces resultó que la Corfo decidió licitar el 18% de las acciones de Copec. Don Cleto vio inmediatamente el aviso y se puso en acción para poder realizar su sueño“.
Prosigue Guzmán en su relato: “Fue a hablar con el ministro Hernán Büchi y le propuso el proyecto para Copec”.
¿Cómo se hizo fuerte en lo forestal? En septiembre del año 1979 se fusionaron Celulosa Arauco S.A. (1967) y Celulosa Constitución S.A. (1969), ambas habían pertenecido a la Corfo y habían sido privatizadas respectivamente en 1977 y 1979.
Ejecutivos de Celulosa Arauco se han excusado de asistir a una reunión con el Core (El Consejo Regional de Araucanía) para explicar los riesgos que implica el verter desechos industriales líquidos directo al mar, aduciendo que no recibieron ninguna invitación formal para tal reunión e indicando que sólo responden a llamamientos de la Conama (Comisión Nacional del Medioambiente). En el caso de la Conama de Los Lagos (antes de la creación de la Región de Los Ríos), ésta estuvo en su momento encabezada por Nelson Bustos Arancibia político PPD, geógrafo de la Universidad Católica, ¡ahora asesor-consultor de Celulosa Arauco!
Entre los ministros de Piñera, justamente se cuenta una ex asesora de la empresa que ahora es ¡oh sorpresa! la Ministra del Medio Ambiente.
Al parecer la política del silencio es la opción de Celulosa Arauco, algo que podría provenir de las directrices dictadas por Eugenio Tironi (ex director de la campaña presidencial de Frei y columnista de El Mercurio), sociólogo que justamente en algunas de sus últimas columnas, critica a la Concertación arreglar las cosas puertas adentro, abstrayéndolas del debate público.
¿Qué se puede esperar para las costas de Araucanía frente a un panorama así? El problema justamente ha sido “esperar algo” de los políticos.
Si no fuera por la constante preocupación de los pescadores artesanales y los lafquenches de Mehuin, las costas de Los Ríos y La Araucanía estarían contaminadas hace rato por el ducto.
Por mientras, el río Cruces en la Región de Los Ríos sigue sin cisnes. El río Mataquito en la región del Maule con sus peces puertos por derrames que no se han aclarado, las playas de Cobquecura en la Región del Biobío con un centenar de aves muertas y lobos marinos amenazados, lo que quedó de Constitución tras el terremoto y el tsunami, con olor a derrame y piscinas de desechos en contacto con el mar.
¡Lindo sueño el de Angelini!
31 de agosto de 2010
Fuente: movimientoporladefensadelmar.wordpress.com
Texto -de origen externo- incorporado a esta web por (no es el autor):