Crisis en Colegio de Profesores y elecciones internas.
Paros convocados por la Anef, protestas estudiantiles debido a los intentos de privatizar aún más la educación en Chile, huelgas y reclamos diversos de parte de familias cuyas viviendas no han sido reparadas tras el terremoto de febrero último, son sólo algunas de las muestras del descontento gremial y popular debido a promesas incumplidas por parte del gobierno de Sebastián Piñera. Sin embargo, tales demandas pocas veces son dadas a conocer por los medios de comunicación, siendo simbólico el cerco mediático u ocultamiento del conflicto en el sur del país, que mantiene a más de medio centenar de comuneros mapuche en huelga de hambre.
En ese contexto, los profesores también han comenzado a alzar su voz para materializar demandas históricas, heredadas por los últimos gobiernos y cuya solución no se avizora.
Ad portas de elecciones en el gremio, Ligia Gallegos Ríos, Profesora de Historia y Geografía de la Universidad de Concepción y viuda de René Carrasco Castillo, exonerado y preso político, madre de dos hijos y hasta octubre próximo presidenta regional de Los Ríos, del Colegio de Profesores, mantiene una visión crítica tanto de la situación de miles de educadores así como de la dinámica al interior del conglomerado que representa.
Al respecto, Ligia Gallegos afirma que “hay dirigentes nacionales que van a cumplir 28 años en el cargo, ya prácticamente son dirigentes vitalicios, por ser representantes de partidos políticos y que han hecho de esta actividad una forma de vida. Esto se puede cambiar impulsando una reforma a los estatutos para que un dirigente nacional pueda ejercer por un máximo de 3 períodos”.
Como una manera de realizar reformas profundas, la profesora y dirigente gremial sostiene que “es urgente y absolutamente necesario que recuperemos el respeto y aprecio de la ciudadanía; que luchemos no solo por reivindicaciones salariales, que son legítimas, pero que también es importante darle un enfoque pedagógico a la institución, ser generadores de nuestro propio perfeccionamiento y que seamos catalogados los especialistas en educación, que recuperemos el prestigio perdido”.
Para que lo anterior sea posible –añade- “debemos generar una voz pedagógica, una opinión con fundamento ético, técnico y con influencia en las políticas de desarrollo social. Ocupando el espacio de expertos en educación, nuestra voz será la más respetada en materias educacionales. Debemos encabezar la oposición de la sociedad chilena a la Ley General de Educación (LGE). Impulsar la generación de una ley de educación que efectivamente asegure a todos los chilenos y chilenas el acceso a una educación de calidad y de carácter integral y humanizador, que elimine el lucro y que devuelva al Estado, a través del Ministerio de Educación, la responsabilidad de la gestión de la educación pública”.
Convencida de que sin una organización fuerte, decidida y frontal el profesorado no conseguirá sus objetivos, enfatiza que “es necesario resguardar en una nueva ley el respeto y valoración efectivo de la profesión docente, ya que los colegas de base piden a gritos hacer los cambios necesarios para que la institución sea efectiva y eficiente, que responda a sus requerimientos, que los saquemos del desencanto actual, que demos una señal de que aún hay esperanzas”.
En cuanto a las propuestas del actual ministro de Educación, Joaquín Lavín, acusa “la utilización de métodos nazis en la educación chilena”, refiriéndose a las medidas tomadas por el secretraio de Estado en la adopción de los polémicos semáforos.
Sin ahorrar epítetos, la representante de los profesores de la Región de Los Ríos afirmó que “es raro que una persona que está dirigiendo la educación de un país copie un instrumento utilizado en los campos de concentración nazis para distinguir a los presos políticos, de los judíos y delincuentes comunes”.
FARANDULIZAR LA ENSEÑANZA
La dirigente calificó de denigrante la medida ideada por el Ministerio de Educación, tanto por la connotación histórica que tiene con lo que ello significa, y también por lo que implica para un importante número de alumnos y profesores que sus establecimientos sean públicamente tildados de deficientes.
Refiriéndose a la implementación del Simce en inglés para los terceros medios, la docente señaló que se trata de una más de las medidas faranduleras de Lavín para llamar la atención, indicando que hay estudios que avalan que esta medida no generará mayores cambios positivos en la educación, y muy por el contrario, producirá una mayor segmentación social entre los colegios particulares y municipales.
Ligia Gallegos señaló que espera que el Ministro de Educación deje de “farandulizar” el tema de educación, y tome con seriedad los proyectos que se desarrollan en esta materia, lo cual tiene una importancia fundamental para el progreso del país.
“El Colegio de Profesores –añade- atraviesa por una severa crisis de credibilidad, de participación y de influencia en la sociedad, causada por elementos externos, como el que la sociedad chilena ha tenido dramáticos cambios en las últimas décadas, entre otros las consolidación de un modelo de vida extremadamente individualista y competitivo, que ha socavado fuertemente la conciencia social y comunitaria. Las causas internas se vienen incubando desde hace años y en el último período ha alcanzado niveles de crisis, manifestado en el descontento del profesorado de base que expresa con fuerza su molestia e incomodidad por una institución que no les satisface, que no es efectiva ni eficiente, por lo mismo piden una renovación profunda de la institución y sus líderes”.
Y ataca a los principales actores de lo que denomina una educación de mercado: “nuestros colegas están desmotivados y desconfiados, lo que aumentó a raíz de las últimas derrotas sufridas en las huelgas del 2009 que nos dejaron muy debilitados. Mineduc, alcaldes y sostenedores se han percatado de esto y han arremetido con fuerza en contra del profesorado multiplicando despidos, abusos y arbitrariedades, amparados en una legislación consensuada entre Alianza y Concertación para ir privatizando el sistema educacional”.
Las recientes críticas a la calidad de los profesores que egresan de universidades tradicionales y privadas existentes en Chile, y ampliamente divulgadas por el gobierno a través de medios de comunicación oficiales tampoco les son ajenas: “ nos hacemos cargo, pero es necesario recordar que con la Loce se permitió la existencia de carreras de pedagogía dictadas los fines de semana o por correspondencia, con programas de formación de profesores que no cuentan con el rigor ni la calidad adecuada, pues se ha privilegiado el negocio en estas materias”.
Cabe consignar que en el país son más de 160 mil los profesores, de los cuales unos 70 mil están asociados a la orden gremial .
Por Enrique Fernández Moreno
Estudió Periodismo en Chile y en el extranjero. Ha trabajado para distintos medios de comunicación escritos y en radioemisoras y efectuado corresponsalías en Chile, México, Brasil, España, Suecia, Rusia, Rumania y otros países. Traductor e intérprete con formación en la Universidad de Estocolmo, Suecia.