El último fin de semana dos hechos de violencia alertaron a los sectores políticos y militantes: por un lado, el sábado a la madrugada dos chicas pertenecientes a Nuevo Encuentro fueron víctimas de heridas de balas de plomo mientras se inauguraba un local del partido liderado por Martín Sabbatella en Villa Crespo. Las balas formaron parte de una serie de al menos cuatro disparos que se efectuó contra la convocatoria que permanecía en la calle, desde un departamento cercano al lugar, según consignaron varios testigos.
En la misma dirección, un local de La Cámpora ubicado en la ciudad de Mar del Plata fue baleado en la madrugada del viernes. El recinto, radicado en la calle 9 de Julio entre España y 20 de Septiembre, recibió cinco disparos de itaka en el frente, donde hay un mural de la ex presidenta Cristina Kirchner, de acuerdo a medios locales.
El rechazo ante estos atentados no tardaron en llegar: “Los diputados del bloque del FpV-PJ repudiamos los ataques con armas de fuego a un local de Nuevo Encuentro en el barrio porteño de Villa Crespo y a una unidad básica de La Cámpora en Mar del Plata, y exigimos a las autoridades nacionales, bonaerenses y porteñas que investiguen y hallen a los responsables de estos gravísimos atentados en los que dos compañeras sufrieron heridas de bala”, señaló Héctor Recalde, jefe de la bancada kirchnerista.
“Llamamos a la reflexión a los dirigentes políticos que hablaron de unir y pacificar a los argentinos, pero que desde su llegada al poder han instalado un clima de revancha que estimula hechos como los que ocurrieron esta madrugada. Sembraron tanto odio que estuvieron cerca de cosechar una vida”, sostuvieron los legisladores del FPV, en referencia al doble discurso del macrismo, que, por un lado, durante la campaña enarboló la bandera del diálogo y ahora, en la gestión, entre la reiterada negativa a las sesiones extraordinarios que recién se concretaron en febrero, el apagón mediático, la persecución ideológica en el Estado y el repetido argumento de «la pesada herencia», no parecen dar prueba de llevarlo a cabo en los hechos.
Por su parte, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, denunció por Twitter: “Los hechos ocurridos en Villa Crespo y Mar del Plata no tienen lugar en nuestra democracia. El repudio y el respeto a los derechos humanos es la única política”.
El referente del Partido Solidario, Carlos Heller, se solidarizó con las militantes heridas a través de un comunicado y sentenció: «El gobierno nacional es responsable de proteger a todas y todos los argentinos en el ejercicio de esos derechos».
En tanto, ayer a la tarde en la sede del local baleado en Villa Crespo se reunieron cerca de 1000 manifestantes, entre quienes se encontraban dirigentes de organizaciones sociales, políticas, sindicales y de derechos humanos, para expresar su repudio ante el atentado y exigir que no quede impune.
Sobre la protesta, Gabriela Cerruti, ex legisladora de Nuevo Encuentro, expresó: «En medio de la tristeza, la preocupación y la alarma que esto genera, haber estado con tanta gente, con toda la dirigencia política del distrito, todo el kirchnerismo y los artistas populares, nos confirma que hemos aprendido que no vamos a permitir que estas cosas sucedan». Mientras que la legisladora Andrea Conde dijo: «Estos terribles hechos están generados por una parte de la sociedad que dice que nosotros somos los violentos y los autoritarios, y que luego son los mismos que fomentan estos actos que dañan nuestra democracia».
Desde el oficialismo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, criticó con dureza lo sucedido en el Local de Nuevo Encuentro, que calificó como «inadmisible, irracional y asesino”, y anunció que se reunirá hoy lunes a la tarde con el referente del partido baleado y ex titular del AFSCA, Martín Sabbatella.
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