Felipe Solaris Espinoza (29) lleva 3 meses sin ver a su hija. La última vez que la divisó fue afuera de un Tribunal de Familia, pero no pudo conversar con ella. «La llevaron escondida en un auto, tapada con frazadas para que yo no la viera», recuerda. Desde entonces no sabe dónde vive Antonia, en qué colegio estudia, cómo está de salud. Es por eso que haciéndole un guiño al corto animado «Historia de un oso», donde un padre es obligado a separarse de su familia, ha decidido subir a su cuenta de Facebook un video con el objetivo de dar con su paradero.
«Marlen Arismendi lleva ya 5 años haciéndome el oso con mi hija», dice Felipe en el registro. Como ocurre en una enorme cantidad de casos en nuestro país, luego de la separación con su ex pareja y madre de su hija, el tener una relación normal con la pequeña se ha transformado en los últimos años en una batalla permanente.
Solaris cuenta con un régimen de vistas otorgado por el Tribunal de Familia de Valparaíso. Sin embargo, explica, «la mamá (de Antonia) siempre las ha incumplido». «Me ha implicado recurrir a amigos abogados que me ayuden gratis, después otros que me cobren, y me he gastado mucha plata en eso, y no me ha servido para avanzar, cada vez la veo menos. Tengo 40, 50 constancias de incumplimientos en Carabineros y no me han servido de nada», dice Felipe.
Por sentencia del tribunal, este papá debía retirar a su hija los días viernes desde el jardín y devolverla el lunes en el mismo lugar, sin tener contacto con la madre. Sin embargo, en junio del año pasado ocurrió un incidente y las visitas fueron terminadas unilateralmente por la mujer. Solaris cuenta que tras agredirlo en las afueras del jardín, ella fue detenida. Él terminó con lesiones menos graves y decidió denunciarla. En noviembre se realizó la formalización y este próximo 11 de marzo ambos deben presentarse ante la justicia. Desde aquel día, asegura Felipe, ella retira a Antonia antes de que él llegue. «En el jardín no respetaron la orden judicial de que era yo quien debía retirarla los viernes», asegura.
«Desde hace tres meses sé que no vive en la casa donde vivía en Valparaíso, entonces mi dificultad es ahora encontrarla para poder reiniciar el caso en el tribunal de la ciudad que corresponda», explica Felipe. Ha llamado a colegios del sector en donde vivían en el puerto, a otros en Lampa, en Santiago, donde vive la abuela de su hija, y en ninguno está matriculada, asegura. «Podría estar en Arica, en Concepción, en Santiago… y ese ejercicio de buscarla en donde esté matriculada lo he tenido que hacer todos estos años», explica.
«El tribunal es muy tolerante con el tema de los apremios, a ella nunca la apremian y ha incumplido visitas durante 5 años; a mí dos veces me han ido a buscar por pensión alimenticia, incluso cuando ya están pagadas», cuenta Felipe.
A continuación el video hecho por Felipe, familiares y amigos, en el que explica su caso y pide ayuda para encontrar a Antonia.
Otra Historia de un Oso
Posted by Felipe Solaris on viernes, 4 de marzo de 2016