La semana pasada, el ex ministro de Economía y actual diputado por el FPV, Axel Kicillof, protagonizó un fuerte cruce con el actual ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, cuando se debatía el proyecto derogatorio de las leyes cerrojo y de Pago Soberano y que habilita la emisión de deuda para pagarles a los buitres, en la comisión de Presupuesto y Finanzas de la Cámara de Diputados.
Ayer, cuando el oficialismo logró el dictamen por mayoría con el apoyo de sus aliados del Frente Renovador y del bloque pejotista disidente, Axel Kicillof expresó que «quieren extorsionar al Congreso para votar ahora». Y afirmó: «Dicen que esto permitirá un acceso importante a tomar deuda con la banca privada. Pero eso nunca trajo ni un átomo de beneficio» para el pueblo argentino.
«Nos hacen votar a ciegas. Los acuerdos se firmaron a las apuradas y no se consiguió prácticamente ningún descuento», señaló sobre el acuerdo entre los bonistas más duros de los fondos buitre y el Gobierno de Cambiemos. En relación al pago de 235 millones de dólares por parte de la Argentina por los costos del litigio, Kicillof manifestó: “Le estamos pagando hasta lo que gastaron en el juicio en Ghana por el intento de embargo de la Fragata Libertad. No sólo eso. Nos anticipamos pagando por gastos de juicios eventuales de estos fondos en otras jurisdicciones”.
Anoche, el ministro expuso ante los senadores del bloque del Frente para la Victoria la propuesta que quedó como dictamen de minoría que consiste en pagarles a los buitres el valor equivalente actualizado que aceptaron el resto de los bonistas en los canjes de deuda de 2005. «El problema son los acuerdos especiales con (Paul) Singer», titular del fondo NML, porque «hace correr un riesgo al país con los que no entraron al acuerdo», argumentó.