¿Qué hace ser tan diferentes a los hermanos con la misma crianza? Los padres

A pesar de que comparten un 50% de los genes y casi siempre son criados en la misma casa y por los mismos padres, la mayoría de las veces van a la misma escuela y comparten muchísimas experiencias más, el hecho es que los hermanos generalmente no se parecen mucho más que dos niños que han crecido en diferentes puntos de la ciudad, o incluso del país.

Entonces, ¿qué es lo que hace que dos hermanos, de la misma familia, sean tan diferentes?

Como han mostrado las investigaciones acerca de hermanos y relaciones familiares, se sabe que al menos una de las respuestas proviene de datos y teorías que muestran que , al menos en algunas familias, los hermanos tratan de ser diferentes entre ellos y buscan establecer una identidad única y una posición en su familia.

Desde la perspectiva de un niño o niña, si la hermana o hermano mayor es excelente en la escuela, al menor le puede ser más fácil atraer la atención y los elogios de los padres convirtiéndose en atleta destacado/a, y eso será más conveniente que competir con su hermano mayor por tener las mejores notas. En este sentido, hasta las pequeñas diferencias entre hermanos, con el tiempo pueden transformarse en sustanciales.

Pero los padres también juegan su rol. Por ejemplo, cuando los padres hacen notar diferencias entre sus hijos, ellos a su vez pueden enganchar con la percepción y creencias que tienen sus padres acerca de ellos. Esto puede intensificar las diferencias entre los hermanos, informa IFLScience.

Para poner a prueba esta hipótesis, un equipo científico usó datos del primer y segundo hermanos adolescentes de 388 familias biparentales (con madre y padre juntos en la misma casa), para examinar las diferencias en su rendimiento escolar. Los autores del estudio son Alex Jensen, profesor de desarrollo humano de la Universidad Brigham Young y Susan M McHale, profesora de desarrollo humano de la Univerisdad del Estado de Pensilvania; ambas en Estados Unidos.

Pidieron a madres y padres que informaran acerca de si pensaban que los dos hermanos tenían diferentes habilidades académicas, y si era así, qué hermano era más hábil. También reunieron los informes de notas de ambos hermanos.

Tendencia a valorar las capacidades del mayor

El análisis de los investigadores mostró algunos resultados interesantes: los padres tendían a pensar que el hijo mayor era mejor en la escuela. Esto fue tendencia aún cuando el hermano mayor no recibía realmente mejores notas en promedio.

Esto puede ser producto de que los padres tienen mayores expectativas de los primogénitos o de que el hermano mayor esté teniendo tareas escolares más avanzadas.

Pero hubo una excepción a este patrón: en familias donde los hermanos eran varón mayor y mujer menor, los padres etiquetaban a la hermana menor como más capaz. Y de hecho, en esas familias las hermanas menores recibían mejores notas que sus hermanos mayores.

Los hallazgos también mostraron que no eran las diferencias de rendimiento lo que influía sobre las ideas de los padres acerca de las habilidades sus hijos. Mas bien, eran las creencias de los padres acerca de sus diferencias, lo que más tarde les hacían desarrollar diferencias en las escuela.

En otras palabras, cuando los padres creían que un hijo era más capáz que el otro, las notas de ese niño mejoraban más con el tiempo.

Todo parte en las creencias

Aunque los investigadores esperaban que el rendimiento escolar de los niños y las creencias que ellos tenían acerca de sus habilidades, serían mutuamente influyentes, resultó que las creencias de los padres no cambiaron mucho durante la adolescencia de sus hijos.

En cambio, sí se desarrollaron diferencias en el rendimiento de los hermanos y éstas fueron predichas por las creencias de los padres. En este sentido, las impresiones que tienen los padres de las diferencias entre sus hijos pueden motivar y alentar el desarrollo de diferencias reales entre los hermanos.

La investigación muestra que los hijos son sensibles a su lugar y valor en la familia en comparación con sus hermanos. Los padres pueden esforzarse por mostrar amor por sus hijos, pero también deben saber que las más pequeñas diferencias en la forma de relacionarse con ellos, pueden tener grandes efectos, incluyendo su desarrollo y adaptación y el tipo de relación que se forma entre los hermanos.

De hecho, ciertas investigaciones sugieren que surgen conflictos cuando los niños tratan de ser diferentes de sus hermanos.

Traducción, CCV

El Ciudadano