Un grupo de investigadores logró secuenciar una sección de ADN humano, el más antiguo que se conoce y que fue tomado de huesos de muslo de fósiles y de unos dientes que tienen 230.000 años, todos encontrados en en norte de España. Lo que pudieron determinar los científicos con esta investigación es que estos hallazgos podrían ser la base para reescribir el árbol evolutivo de las especies humanas antiguas, incluyendo aquellas que dieron origen a quienes ahora habitamos el planeta. Así informa IFLScience por medio de la revista científica Nature, donde fue publicado el artículo.
Las excavaciones en la cueva ‘Sima de los Huesos’, que se iniciaron en 1997, muestran nueva evidencia proveniente de la secuenciación del ADN nuclear de los fósiles. Esta evidencia sugiere que los huesos no pertenecían a una especie antecesora de los Neandertales, como se pensaba, sino que se trataba efectivamente de Neandertales, propiamente tal. El hallazgo no sólo muestra que la especie era 100.000 años más antigua de lo que se creía, sino también que ésta y otra especie humana cercana –conocida como Homínido de Denísova– ya se habían separado genéticamente cuando los neandertales terminaron bajo tierra en Sima de los Huesos.
Si las conclusiones de los investigadores son correctas, esto supondría un descubrimiento realmente extraordinario, puesto que se podría reescribir nuestra historia evolutiva, situando la separación entre humanos, neandertales y denisovanos, cientos de miles de años más atrás en la prehistoria.
Esto tiene profundas implicancias para nuestros orígenes. Significa que la especie Homo heidelbergensis no sería la que dio origen a los humanos, como se pensaba. Se pensaba que esa especie no había evolucionado hasta 50 mil años después de que los humanos modernos y los neandertal-denisovanos divergieran. Todo esto significa que la especie que probablemente dio origen a las tres, pudo ser otra muy poco conocida, llamada Homo antecessor, descrita a partir de restos también encontrados en España, pero que datan de 900 mil años atrás.
Como si esta red de especies humanas no fuera lo suficientemente complicada, surgirán nuevas preguntas que necesitarán respuesta. Por ejemplo, mientras el ADN nuclear tomado de los fósiles españoles muestra que los restos óseos son de Neandertal, algo del ADN mitocondiral encontrado también parece mostrar que al menos uno de los 28 individuos se relacionaba con el Homínido de Denísova. Aún es un misterio el cómo llegó a pasar esto, e incluso podría ser evidencia de alguna especie desconocida de humanos migrantes desde África o Eurasia. Hasta que aparezcan más fósiles, todo lo que se puede hacer es seguir especulando.