La alianza Cambiemos tuvo su primer gran triunfo parlamentario cuando hoy a la madrugada la Cámara de Diputados de la Nación aprobó la media sanción de la ley para cerrar el acuerdo con los fondos buitres. Tras el quórum obtenido con la presencia de 147 diputados de diferentes fuerzas políticas (entre ellas los mayores aliados del macrismo para este proyecto, el Frente Renovador y el Bloque Justicialista, ex FPV), comenzó la sesión especial que, se preveía, resultó maratónica.
La mayoría se impuso a favor de la ley que deroga las leyes cerrojo y de Pago Soberano, exigencias del juez norteamericano Thomas Griesa para saldar el acuerdo con los holdouts, y habilita a la Argentina a tomar una deuda por 12 mil 500 millones de dólares para pagarles a los bonistas más duros de los fondos buitres que, a su vez, de esta manera recibirían una suma exorbitante de ganancias y también en relación a los que se les pagó a los bonistas que sí entraron en la reestructuración de la deuda de 2005 y 2010.
Los votos positivos provinieron del oficialismo, del FR liderado por Sergio Massa, del Bloque Justicialista, del PJ disidente, del Partido Socialista de Hermes Binner, del GEN de Margarita Stolbizer, y de bloques provinciales. En cambio, quienes se opusieron a la ley buitre fueron el kirchnerismo, como bancada principal, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Proyecto Sur y Libres del Sur. En total hubo 165 votos a favor y 86 en contra.
La media sanción se realizó luego de las modificaciones a 11 artículos de 19 que tiene el proyecto. Entre ellas, se determinó que sólo se pueda pagar a los buitres luego de que se hayan levantado todas las cautelares contra Argentina y cuando los tenedores hayan renunciado a futuros litigios. Además, se puso un límite al endeudamiento de 12 mil 500 millones de dólares, y se creó la comisión bicameral de seguimiento de la deuda, como propuso la diputada del GEN Margarita Stolbizer.
Las principales reformas fueron introducidas para establecer que sólo se podrán emitir los bonos de deuda para pagarles a los buitres cuando se haya consolidado el levantamiento de las medidas cautelares, y haya sentencia firme de la justicia de Estados Unidos.
Esta modificación devino de la preocupación generalizada que suscitó hace pocos días, en plena negociación entre el macrismo y la oposición por el acuerdo, el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York, que dejó en suspenso el levantamiento dictado por Griesa de las medidas cautelares que le impiden a la Argentina cumplir con los pagos a los bonistas que ingresaron en los canjes 2005 y 2010.
Ahora, el proyecto de la «Ley de la normalización de la deuda pública y recuperación del crédito” pasará al Senado para ser debatido durante la última semana de marzo.
A favor y en contra:
El Frente para la Victoria, con el exministro de Economía Axel Kicillof como primer orador, quien, a su vez, mantuvo un alto perfil en todo el proceso de discusión del proyecto, reiteró sus argumentos en contra del endeudamiento externo y advirtió sobre el riesgo de posibles litigios futuros por parte de los bonistas que sí entraron en el canje de deuda.
“El decir que no rige la cláusula RUFO no nos protege del peligro de que el 93 por ciento venga a reclamar lo mismo que Singer”, declaró Kicillof. Y recordó que, cuando Cristina Kirchner era presidente y el juez Griesa sentenció el monto que había que pagarles a los fondos buitres, mientras la oposición estaba de acuerdo en pagar lo dispuesto por el juez, ellos preveían el mismo riesgo que ahora: “En ese momento el actual presidente y otros presuntos especialistas dijeron ‘paguen’, y el gobierno de Cristina Kirchner dijo que no vamos a pagar porque es una trampa, porque no son 1300 millones, son 10 mil, 15 mil, 20 mil. Y todos nos decían no es así. Hoy pagarles esos 20 mil millones puede ser otra trampa para que después vengan 200 mil millones de dólares”, explicó el diputado.
El FPV también alertó sobre las consecuencias históricas que han tenido los distintos endeudamientos para la Argentina: “El endeudamiento externo vino a generar más pobreza”, dijo Kicillof. Y luego agregó: ¿Cómo vamos a decir que el endeudamiento externo es la panacea? ¿A quién le fue bien en la Argentina con el endeudamiento externo? A nadie. Seamos serios con esta discusión”.
Por su parte, el aliado del kirchnerismo, Carlos Heller (Psol) también hizo un análisis histórico del speach macrista sostenido por todo el debate, con el que amenazaron «o acuerdo con los buitres o ajuste e hiperinflación»: “Permanentemente nos corren con las mismas cuestiones, y no es nuevo, esto es parte de la historia argentina; es ‘el acuerdo o el caos’, ‘el acuerdo o la hiperinflación’, y a uno le viene a la memoria, porque tiene años, que esto ya lo hemos escuchado muchísimas veces. Si no se aprobaban las leyes de privatizaciones: ‘caos’. Si no se aprobaban las leyes de flexibilidad laboral: ‘caos’. Si no se aprobaba la ley de déficit cero: ‘caos’. Finalmente, todas esas leyes fueron aprobadas y el país terminó en el caos”, recapituló Heller, y advirtió sobre una catarata de juicios de los bonistas que aceptaron los canjes.
En tanto, el ex titular de Ansés y actual diputado por el Bloque Justicialista, Diego Bossio, quien protagonizó una fuerte polémica la semana pasada al difundirse un chat que mantuvo con el líder de bancada de Pro-Cambiemos, Nicolás Massot, donde este último le decía: «pensás que nos vas a arreglar con cinco sanguchitos de miga y dos mates fríos”, afirmó durante su turno de exposición que “negociar con los buitres es negociar con la peor lacra del sistema financiero”.
El ex kirchnerista sostuvo: «Hemos perdido» en el litigio contra los fondos buitres, y por lo tanto, «frente a eso, tiene que haber un nuevo capítulo a cerrar en la Argentina”. “No se trata de apostar al fracaso de un gobierno para que fracasen todos”, agregó. “No apostamos al fracaso. Creo que tenemos que encontrar la manera de tener puntos de coincidencia, no podemos vivir en contradicciones permanentes. Tenemos que encarar un verdadero proyecto que nos una a todos, tenemos que tener puntos de coincidencia”, remarcó después.
Margarita Stolbizer, a su vez, reconoció que el acuerdo con los buitres “no es justo y encima es caro”. Pero explicó que “lamentablemente no hay alternativas” porque “el gobierno anterior nos dejó a los argentinos sin reservas”. Y votó a favor.