Tomasz Kiljanek, investigador del Departamento de Farmacología y Toxicología del Instituto Nacional de Investigación Veterinaria de Polonia, encontró, junto a su equipo de trabajo, restos de 57 pesticidas en los cuerpos de abejas y colmenas envenenadas.
Este estudio muestra estrictas relaciones entre el uso de pesticidas y sustancias como neonicotinoides (insecticidas) con el colapso de colmenas y enjambres de abejas y es que el daño a esta especie no debe ser minimizado, pues este insecto es responsable de un gran porcentaje de la polinización de cultivos.
El estudio a analizado a más de 200 pesticidas, también ha analizado incidentes de envenenamiento de abejas, con un método llamado QuEChERS, donde se ha demostrado que a pesar de darse en niveles bajos, estos pesticidas debilitan en gran medida el sistema inmunológico de las abejas.
Se espera que los resultados de esta investigación brinden un mayor conocimiento de las consecuencias de los productos químicos y así evaluar los riesgos de su uso en relación con la vida de los insectos.
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