La prisión de Bastoy está ubicada a a 75 kilómetros al sur de Oslo, en Noruega y es un modelo de reincerción social. Por ejemplo, la tasa de reincidencia en los liberados de Bastøy es del 16 %, mientras que, en las prisiones británicas, por ejemplo, la tasa de reincidencia llega al 70 %.
Los presos, aunque están conscientes que son criminales, destacan que en ese lugar se sienten tratados como personas.