Arabia Saudita defendió la controvertida sentencia que condenaba a una joven de 19 años, víctima de una violación en grupo, a recibir 200 latigazos y seis meses de cárcel. La mujer chií inicialmente había sido condenado a 90 latigazos tras ser declarada culpable de violar la rígida ley islámica del país petrolero sobre la segregación de los sexos.
La decisión fue dictada por el Tribunal General Árabe, pero doblando y más todavía la sentencia inicial. Pero de igual modo el tribunal también casi duplicó las penas de prisión para los siete hombres condenados por violar a la mujer, de acuerdo a los medios saudíes.
La defensa de la decisión de castigar a la víctima provocó protestas internacionales. Por ejemplo en Canadá calificaron la condena como «bárbara», de acuerdo a José Verger, el ministro canadiense responsable de la condición de la mujer.
La sede en Nueva York del Observatorio de Derechos Humanos dijo que el veredicto «no sólo envía las víctimas de la violencia sexual el mensaje de que no deben presentar cargos, sino que en efecto ofrece protección e impunidad para los autores».
Aunque sin criticar directamente el poder judicial de Arabia Saudita, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Sean McCormack, dijo que «Creo que cuando nos fijamos en el delito y el hecho de que ahora la víctima es castigada, pienso que esto provoca un cierto grado de sorpresa y asombro. Está dentro del poder del gobierno saudí echar un vistazo a la sentencia y cambiarlo «.
Sin embargo, el poder judicial de Arabia mantuvo su decisión. «El Ministerio de Justicia da la bienvenida a la crítica constructiva, lejos de las emociones», dijo en un comunicado.
El comunicado también indicó que los «cargos fueron probados» en contra de la mujer por haber estado en un coche con un extraño de sexo masculino, y la crítica de su abogado por hablar de forma «desafiante» sobre el sistema judicial y dijo que «se ha demostrado la ignorancia.»
El abogado de la mujer, Abdul Rahman al-Lahem, se acercó a los medios de comunicación aunque el tribunal ya le ha prohibido continuar con la defensa de la mujer, porque además le confiscaron su licencia y le convocaron a una audiencia disciplinaria a finales de este mes.
El Ministerio de Justicia dijo que la condena de la víctima se incrementó, debido a que había hablado a la prensa. «Porque al que tiene una objeción sobre los veredictos emitidos, el sistema le permite apelar sin recurrir a los medios de comunicación», dijo el comunicado publicado en la agencia oficial Saudi Press.
La violación tuvo lugar en 2006 y el caso fue remitido al Tribunal General, por el tribunal de apelaciones el verano pasado, después de que el abogado de la mujer impugnó el veredicto inicial, diciendo que era demasiado indulgente para los violadores e injusto para la víctima.