La situación laboral de personas con discapacidad siempre ha sido un tema de preocupación para los parlamentarios y también para los organismos que trabajan con personas en situación de discapacidad, como Coanil.
Como dato, se han ingresado en nuestro país a tramitación, desde 1990 a la fecha, 106 proyectos de ley en materia de discapacidad, de ellos sólo 16 (15,1%) han sido aprobados por el Congreso Nacional, transformándose finalmente en leyes y 58 se encuentran actualmente en tramitación legislativa.
Uno de ellos es la llamada Ley de Cuotas, que permitirá una mayor inserción laboral para personas en situación de discapacidad, ya que obligará a las empresas a que el 2% de sus trabajadores presenten alguna discapacidad certificada.
Pero, más allá de la tramitación de esta ley, ¿cómo logramos que efectivamente se genere un avance y los jóvenes logren ingresar al mundo laboral?
Álvaro Chacón, gerente general de la Fundación Coanil, asegura que si bien esta Ley de Cuotas es una discriminación positiva, tal como se ha propuesto tener una cantidad mínima de mujeres en puestos de gobierno, es un gran paso para que se abran más cupos.
Señala que hoy hay empresas dispuestas a trabajar con personas en situación de discapacidad, pero muchos aún están reacias a realizar estas contrataciones, pensando que más que una inversión, será una pérdida para las empresas.
Es por eso que Chacón, identifica las fórmulas que pueden llevar a una aceptación general de esta Ley, permitiendo que muchos más jóvenes tengan la posibilidad de ingresar al mundo laboral, algo que es una “transformación en la vida de una persona y que va más allá del tema económico”.
“La ley de cuotas se menciona como una discriminación positiva. Ésta apunta a que durante un periodo de tiempo, con buenos mecanismos de apoyo, se exigirá a las empresas, a que un porcentaje de sus trabajadores, tenga alguna discapacidad certificada. Esto se ha probado con éxito en muchos países. En Sudamérica por ejemplo, se ha implementado en países como Argentina y Brasil”.
Álvaro Chacón, explica que una buena alternativa, es que por un periodo determinado, se vaya aplicando esta ley en forma gradual, y con los apoyos requeridos para ello. “Es acostumbrarse a trabajar de una forma”, y no imponerlo así de una vez y de manera tan obligatoria.
Otra buena alternativa es el mecanismo de los incentivos, una fórmula que a su juicio da buenos resultados. “Por ejemplo que en Mercado Público, como ocurre hoy en algunos casos, se entregue un mejor ranking o puntuación a las empresas privadas que certifiquen que tiene un porcentaje de personas con discapacidad. Entonces a igualdad de ofertas económicas, alguien que por ejemplo certifica que tiene un 2 por ciento de trabajadores en esta condición, le agregan puntos de más, para adjudicarse cierta licitación. Es un mecanismo muy positivo, que las empresas tomaran como un incentivo y no como una obligación”.
Chacón destaca que, en Coanil han podido compartir con familias, que disfrutan de una gran alegría, cuando uno de sus hijos logra entrar al mundo laboral, gracias al sistema de acompañamiento que ofrece la fundación, para que entren a trabajar a una empresa. Sistema que hasta hoy ha sido muy exitoso, que puede ser otro punto a tomar en cuenta y a ofrecer a las empresas, para que se atrevan a contratar a personas con discapacidad.
“Hoy los costos para las empresas son variados y van desde una rampa para trasladarse, al acompañamiento. Son costos que se deben pagar, pero que como sociedad debemos apoyar, para que se pueda cumplir el sueño de muchos jóvenes”.
Otra buena opción que menciona Álvaro Chacón, es la posibilidad de que las empresas, certifiquen que, aunque no tienen al porcentaje que se exigen de personas con discapacidad, sí puedan suplir esa falencia con la contratación de servicios para su empresa, de talleres protegidos donde principalmente trabajan personas que tienen alguna discapacidad. Un ejemplo, es lo que ocurre con quienes en Coanil no han sido contratados por una empresa, pero sí han logrado trabajar realizando labores en sus propios talleres, con trabajos de chocolatería, mecanizado, regalos corporativos con sentido, toda una rama de desarrollo, que permite a muchos jóvenes desarrollarse en esa área.
El ingreso al Congreso de una Ley de Cuotas que establece que toda empresa deba contar al menos con un 2% de trabajadores con alguna discapacidad, es una acción que va en línea con la inclusión que la organización espera que exista en Chile. No obstante,Álvaro Chacón es enfático en señalar que “lo más importante es la concientización de todos los ciudadanos y de las empresas, más allá que el Estado apoye con distintas políticas, como chilenos debemos valorar al otro. Por eso esta ley es una oportunidad para valorar todas las capacidades”.