Dieciséis colegios argentinos con lo que llaman «niñas reales» entre 16 y 18 años lentamente se acomodan para escuchar a la Primera Dama norteamericana que encabezará una actividad en el Centro Metropolitano de Diseño, en el barrio porteño de Barracas, como parte de su campaña «Let Girls Learn» (Dejen aprender a las jóvenes), en el marco de la visita oficial del presidente Obama a la Argentina.
La campaña que encabeza MIchelle Obama #62MillionGirls (#62MillonesDeChicas) fue lanzada en la plataforma Change.org y busca comprometer a cientos de miles de personas para la causa.
En ese sentido, Awada se mostró a la par de Macri esperando la visita de la pareja presidencial de Estados Unidos, utilizando la red social Snapchat:
Preparándonos para el encuentro. Vía Snapchat: https://t.co/93Ga0B7bzBhttps://t.co/7YEyrKxcoB
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) March 23, 2016
El encuentro liderado por Michelle Obama intenta concientizar a las mujeres sobre la igualdad de oportunidades y derechos, además de alimentar la confianza para atravesar dificultades y escalar académicamente, lo mismo que en la escala profesional.
Para ello la primera dama estadounidense recurre a su propia historia con un pasado humilde y marcado por discriminaciones tanto por su género como por su color de piel, apelando a que siempre quiso cumplir su sueño y lo logró.
Sin embargo, a pesar del intento de Michelle Obama, se olvida de ver la relación que tiene Estados Unidos con sus políticas comerciales que no dejan de ahogar las economías locales y llevan a un retroceso en los derechos básicos. Además, durante su discurso, la primera dama habló a las niñas argentinas como si fuera un país retrazado económicamente en comparación a regiones de África o Asia.
Así, a pesar de una supuesta buena intención de lucha por las igualdades, en el discurso de Michelle Obama lo que se puede ver es un cinismo de tamaño descomunal.