En una jornada que tuvo su espectáculo aparte en las tribunas –luego que tras gestiones de última hora se permitiera el acceso a ese lugar de los dirigentes sindicales invitados, a los cuales en un principio se les restringió el ingreso para presenciar la sesión donde la Reforma Laboral se jugaba una trascendental carta– la Sala despachó en tercer trámite el proyecto del Gobierno que moderniza las relaciones laborales.
Durante la jornada fue rechazado por 65 votos en contra, 42 a favor y una abstención el punto que establece que «la negociación colectiva deberá desarrollarse de manera pacífica entre las partes. Conforme lo establece el artículo 290 de este Código, incurrirá en práctica desleal o antisindical el empleador que ejerza fuerza física en las cosas, o física o moral en los trabajadores involucrados en la huelga durante el proceso de negociación colectiva. Incurrirá en la misma práctica indebida el o los trabajadores y dirigentes sindicales que ejerzan fuerza física en las cosas, o física o moral en las personas durante el proceso de negociación colectiva, especialmente en el caso que trabajadores involucrados en la huelga impidan el ingreso a prestar servicios del personal directivo y de los trabajadores no involucrados en ella».
“Aquí lo que hay es una prohibición al reemplazo, pero al mismo tiempo se cautela el derecho a los trabajadores que no están en huelga a poder trabajar; ese es un valor jurídico que también queremos proteger, al igual que la huelga. Las adecuaciones necesarias no son para minimizar o atenuar los efectos de la huelga, son para garantizar que los trabajadores que no van a la huelga puedan seguir trabajando», sostuvo el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés.
Del mismo modo, por 62 votos en contra y 47 a favor fue rechazada la indicación relativa a negociación semi reglada; en tanto, la negociación interempresa fue desestimada por 70 votos en contra y 39 a favor.
Por su parte, el diputado DC Fuad Chahín manifestó que su partido «ha hecho un aporte a la gobernabilidad, hemos contribuido a que reforma pueda avanzar; en una reforma tan importante como esta hay costos que pagar por el bien del país».
Muy distinta fue la declaración de su colega de la UDI Patricio Melero, quien explicó la votación de su colectividad en favor de las adecuaciones necesarias, pese a su rechazo a la reforma, y descartó que constituyan un reemplazo interno encubierto. “Las adecuaciones necesarias no van a permitir ninguna forma de reemplazo con trabajadores internos ni externos, lo que hacen es otorgar la flexibilidad necesaria dentro de la normativa para que los trabajadores que han resuelto legítimamente no ir a la huelga puedan seguir trabajando y el empleador pueda adecuar los horarios y otras materias”, afirmó.
“Nos parece que hoy día se ha aprobado una camisa de fuerza para las pequeñas y medianas empresas, obligándolas a negociar con sindicatos interempresa”, acusó Nicolás Monckeberg (RN). El diputado por Cerro Navia dijo que había apoyado las adecuaciones necesarias pues ellas buscan “que los efectos de la huelga no los paguen trabajadores de la empresa que nada tenían que ver con esa negociación colectiva; creemos que el derecho a huelga es un derecho de todos los trabajadores, pero nunca debe afectar a trabajadores que no son parte de esa negociación colectiva”.
Será en abril
La Comisión Mixta, que estará integrada por los diputados Patricio Melero (UDI), Nicolás Monckeberg (RN), Fuad Chaín (DC), Lautaro Carmona (PC) y Osvaldo Andrade (PS), más los integrantes de la comisión de Trabajo del Senado, se reunirá en abril, oportunidad en la que deberá acercar posiciones para resolver aspectos como la huelga pacífica, negociación interempresa, negociación semirreglada y derecho a la información que se le entrega los sindicatos en el marco de una negociación. Recién ahí se podrá habla de aprobación de la reforma laboral.