La producción de esta artista no dejó a nadie indiferente; y es que su dinamismo en el trazo y sus obras de grandes dimensiones, despiertan en el espectador una sensación embriagadora que le atrapa desde el primer momento, obligándonos así, a ahondar en las historias que la artista quiere contarnos a través de los protagonistas de sus pinturas.
Un aspecto fundamental de su obra es la exploración del mundo interior de sus personajes. Su sutileza y elegancia se adentra en el universo femenino y se desenvuelve con gran virtuosismo y fluidez. Crea escenas femeninas, íntimas y románticas, a las que imprime un fuerte carácter, dotándolas de ciertas reminiscencias Pop.
Otro aspecto interesante de Teresa Carneiro es la técnica que emplea para desarrollar sus pinturas. Una combinación de acrílicos y otras técnicas mixtas sobre madera que permiten unos resultados de innegable calidad artística y estética, en los que mezcla el uso de colores pastel con brillantes tonos cálidos y negros que confieren a sus personajes un carácter dual que oscila entre la sensibilidad y la delicadeza y la fuerza y firmeza de la femme fatale.
Es también destacable la armonía que logra al equilibrar, con maestría, el trazo, la línea y el color, dando lugar a composiciones de gran potencia visual, que convierten a su obra en un extraordinario ejemplo del arte contemporáneo en Portugal.