El gobierno nacional oficializó el aumento en el gas que rige a partir de hoy con subas de hasta 300% en el coste del servicio. Este incremento en el precio es parte de un combo de medidas que afectará seriamente el bolsillo de los asalariados, ya que el macrismo también aprobó el tarifazo de agua y en el transporte público de Capital Federal y Gran Buenos Aires. A esto se le suma la ya implementada reducción del subsidio y encarecimiento en todo el país del servicio eléctrico, cuya boleta, además, de bimestral pasó a ser mensual.
En ese marco, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, justificó hoy el aumento del gas al sostener que durante el kirchnerismo «la tarifa era muy baja».
«Debido a que la tarifa ha sido baja, ha aumentado la demanda y hoy no la podemos satisfacer con producción local», indicó el funcionario en diálogo con Radio Mitre, y también hizo uso del leitmotiv del discurso macrista para argumentar cualquier medida antipopular, la «herencia» kirchnerista.
Aranguren explicó también, consultado por Télam, que las medidas «buscan empezar a tratar de reflejar en la tarifa -y no de forma completa- el costo de generación eléctrica y el costo de producción de gas en la Argentina”, tras años de retrasos que «impidieron la realización de inversiones necesarias para la prestación de servicios adecuados”.
En el nuevo esquema tarifario, la suba del gas representaría aproximadamente un traspaso de los 2 dólares por btu a 4,70 dólares.
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