Su esposo, le prohibió a la mujer la elección de su propia ropa, el uso de un cajero automático, a la vez que la aisló de sus amigos, su familia y la obligó a vivir como una prisionera en su propia casa.
Para hacer esto, la ató a una cama y rompió sus pies y tobillos con un martillo para que no pudiera salir al exterior. Por eso la mujer ahora decidió contar su impactante historia con la esperanza de que podría salvar a otras víctimas.
La mujer, que pidió no ser identificada, sufrió 18 años de tortura y fue atacada en repetidas ocasiones, violada y menospreciada por el monstruo. Pero finalmente se liberó de su tiranía después de contactar a la policía hace un par de años atrás y, finalmente, se vio libre cuando encerraron a su marido por 9 años en prisión, lugar donde se encuentra en la actualidad.
La valiente mujer de 35 años de edad, está ahora en una misión para ayudar a otras personas que podrían estar sufriendo la misma suerte, y le dijo al Gales Daily Post: «Si mi historia ayuda a otra víctima de abuso doméstico, entonces no he sufrido en vano».
Entre las otras torturas a las que su esposo sometió a la mujer se incluyen golpes con cadenas y con atizadores de fuego de metal. ella dijo: «Conocí a mi marido en 1995 cuando tenía 16 años, me conquistó con flores, regalos, cartas, poemas y palabras amables», agregando que «después cayó en las drogas se puso violento. Entonces comenzó a golpearme con puñetazos y con otras armas».
«Él estallaba por cualquier razón, como por si algo estaba sucio o porque no le cocinaba sus huevos como a él le gustaban», finalizó.