Un bebé prematuro de menos de un mes de edad fue llevado a la morgue luego de ser declarado muerto y momentos antes de ser incinerado despertó llorando, para asombro y espanto de los presentes.
Los hechos sucedieron en la provincia de Zhejiang, al este de China. El bebé An An nació el 8 de enero en el hospital de Jinhua, situado también en la provincia de Zhejiang.
An An fue prematuro, nació a los siete meses de embarazo y pesó 1.4 kilogramos al nacer. Tras el nacimiento estuvo 23 días en una incubadora y después de este tiempo su familia decidió llevarlo a casa para que pasara allí el Año Nuevo Chino. Como era de esperarse, el bebé empeoró y fue llevado al hospital.
Al día siguiente el bebé fue llevado a la funeraria, donde permaneció 15 horas en un depósito a 12 grados bajo cero, hasta que el personal le escuchó llorar cuando se estaban preparando para incinerarlo.
An An se encuentra ahora en cuidado intensivo a la espera de que pueda recuperarse de nuevo.