Un estudio del ADN de las osamentas de casi 100 personas que vivieron en Sudamérica hace entre 500 y 8.600 años, reveló que la colonización europea llevó a la extinción de muchos linajes genéticos indígenas. El estudio fue publicado la semana pasada en Science Advances.
Por causa de su situación aislada, América se pobló sólo al final del Pleistoceno, hace unos 10 mil o 20 mil años. La evidencia arqueológica indica que la presencia de humanos surgió en el extremo de Chile hace 14.600 años. Eso fue poco después del retraimiento de las capas de hielo que bloqueaban el acceso de Beringia, que conectaba a Asia con Alaska. Sin embargo aún no se sabe exactamente cuándo, dónde y cómo estas personas entraron en América.
Para investigarlo, un equipo de científicos de diversas universidades e institutos de investigación de Australia, Perú, Chile, Argentina y varios otros países, secuenciaron 92 genomas mitocondriales de individuos precolombinos: 70 muestras arqueológicas de Perú, 9 de Bolivia, 6 del norte de Chile, 5 de México y 2 de la pampa Argentina. El ADN mitocondrial se hereda por linaje materno; su análisis genético se combinó con reconstrucciones demográficas y modelos de población, lo que permitió a los investigadores estrechar el margen de precisión para determinar la llegada de los primeros pobladores de América.
Sus hallazgos revelan que una pequeña población, que fue previamente aislada al este de Beringia, entró al continente al rededor de 16 mil años atrás usando una ruta a lo largo del Pacífico. Este pequeño grupo estuvo aislado en el puente de tierra de Beringia y separado de las poblaciones del este de Siberia por entre 2.400 a 9.000 años. Pero después, usando esta ruta costera, pudieron recorrer los faldeos de las capas de hielo que bloqueaban el movimiento al interior de las tierras. Rápidamente se propagaron hacia el sur y una parte de la población llegó a Chile unos mil años más tarde.
Es sorprendente que todos los linajes mitocondriales antiguos detectados estuvieran ausentes en el ADN moderno, lo que sugiere que hubo una alta tasa de extinción para esos linajes. «Ninguno de los linajes antiguos, que encontramos en casi 100 humanos [estudiados], estuvo presente o mostró evidencia de descendencia en las poblaciones indígenas de hoy», explica Bastien Llamas, de la Universidad de Adelaida (Australia), en una declaración.
El equipo encontró que el contacto con los europeos, entre otros factores, puede haber jugado un rol en la reducción de la diversidad genética general en los nativos americanos, hasta llegar a los bajos niveles observados en el presente. «El único escenario que concuerda con las observaciones, es que al poco tiempo de las primeras colonizaciones, las poblaciones se establecieron de una forma que posteriormente las aisló unas de otras, y que una mayor porción de estas poblaciones se extinguieron más tarde debido al contacto con europeos», agrega Llamas. «Esto es estrechamente coherente con los informes históricos de un gran colapso demográfico que siguió de inmediato a la llegada de los españoles, a fines del 1.400».
En el estudio también participaron investigadores de la Universidad de Magallanes, Punta Arenas, Chile, y del Instituto de Alta Investigación de la Universidad de Tarapacá, Chile; entre otros investigadores de Sudamérica y el mundo.
Fuente, IFLScience
Traducción, CCV, El Ciudadano