En medio de la polémica desatada por el escándalo de Panamá Papers que en Argentina lo tiene a Mauricio Macri como protagonista, el presidente viajó a la provincia de Córdoba para participar de un acto en Fiat y del Foro de Intendentes de la Unión Cívica Radical.
Ante los interrogantes por su figuración en el directorio de dos firmas registradas en paraísos fiscales y que no fueron declaradas por el presidente en la Argentina, el mandatario respondió brevemente que «se sentía tranquilo» y que estaba «muy lejos de lo ilícito», según consigna La Nación.
«Es muy importante decir que en la Argentina se terminó la impunidad. Cada uno será responsable de las cosas que haga», aseguró el mandatario en su discurso frente a más de 400 jefes comunales radicales, los cuales, de acuerdo a versiones periodísticas, adelantaron que le brindarán su apoyo al presidente, aunque también exigieron que se le otorgue mayor consideración al partido centenario.
Previamente, Macri estuvo en la planta automotriz Fiat de Río Ceballos donde, acompañado por el CEO de la filial argentina, Cristiano Ratazzi, anunció inversiones por 500 millones de dólares, 150 millones de dólares menos de lo esperado por la firma.
“Nuestra prioridad, nuestra principal tarea, es reducir la pobreza, pero no hay soluciones mágicas para eso, es mejor educación y más educación, y trabajo de calidad”, dijo Macri en la Fiat y subrayó que “para eso necesitamos volver al mundo, para ser parte de la cadena de producción, y que el mundo confíe en nosotros”.
A su vez, el mandatario también se refirió a la situación laboral de los operarios de la empresa, quienes desde hace meses trabajan de manera temporaria a causa de un sistema de suspensiones rotativas que perjudica a los trabajadores en relación a su salario. En ese sentido, Macri indicó que el sostenimiento de dicho sistema era para «cuidar las fuentes de trabajo».