Puente Chacao: Organización denuncia intervención de sitios arqueológicos y pide paralización de obras

"Debido al daño gigante que esto significa para nuestro patrimonio, identidad y cultura, exigimos que se detengan inmediatamente las obras, como corresponde, según las normas, reglamentos y leyes vigentes", señala la arquitecta del Movimiento Defendamos Chiloé, Paula Bastías.

Puente Chacao: Organización denuncia intervención de sitios arqueológicos y pide paralización de obras

Autor: Daniel Labbé Yáñez

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El Movimiento Defendamos Chiloé ha realizado una grave denuncia respecto a dos sitios que tienen la calidad de arqueológicos y que han sido intervenidos por las obras de construcción del Puente Chacao, en la isla grande de Chiloé.

El hecho se habría provocado, explican en la organización, en las “sendas obras y sondajes” que actualmente se encuentra desarrollando el consorcio OAS, HYUNDAI y AAS JAKOBSEN en la Roca Remolino, en Punta Remolino, y en los sectores aledaños a la ubicación de las obras en la  localidad de Chacao, en la comuna de Ancud, todo en virtud de una resolución (RCA N° 1633/2002) del Ministerio de Medio Ambiente.

FORTIFICACIONES ESPAÑOLAS DEL SIGLO XIX

Ocurre que en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que se elaboró para este proyecto -y que data de 2002- está fijada la línea base de patrimonio, en donde se identifican 5 sitios pertenecientes al patrimonio cultural, siendo uno de ellos de carácter arqueológico y cuatro de carácter histórico, correspondientes todos a fortificaciones españolas del siglo XIX, según se detalla en el documento.

La denuncia de la agrupación se refiere al sitio n° 5, denominado como “Fuerte Punta Remolinos” en el EIA y asociado en el documento a la obra “Edificio Mirador y de áreas de servicio”. De acuerdo a la descripción que se realiza del sitio, en 1989 se encontraron allí “restos de concha calcinada, que se usaba para argamasa. También se registraron restos de roca arenisca consolidada y labrada que probablemente formaba parte de los muros o fundaciones”. En los documentos de ese año se agrega: “Es probable que se encuentren vestigios de cañones sumergidos en el mar, incluso restos de hundimientos (…) el fondo marino en el sector de Pta. Remolinos se encuentran restos de cañones sumergidos”.

De ahí la importancia de la denuncia, en donde se evidencia a través de fotografías que éste sitio fue intervenido. “Si bien está cercado, también esta intervenido. El nivel de deterioro no lo sabemos, tampoco si se tomaron las precauciones. Cabe mencionar que el EIA solicita tomar precauciones que, si bien son mínimas, existen”, explica la arquitecta e integrante de Defendamos Chiloé, Paula Bastías.

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Junto a este sitio, la agrupación denuncia lo que ocurre con un sexto lugar, ubicado en la salida sur del Puente Chacao en la isla. Al igual que el n° 5, se encuentra cercado, pero claramente intervenido.

Una situación que no iría en la lógica de lo señalado en el Estudio de Impacto Ambiental antes mencionado, donde se sostiene: “En lo que respecta a los sitios encontrados durante las campañas de línea de base dentro de la faja que ocuparán los accesos y en Punta Remolinos, lugar de emplazamiento del edificio Mirador, estos no serán intervenidos hasta no contar con mayores antecedentes de línea de base que permitan definir los planes de rescate arqueológico o de puesta en valor que sea necesario realizar, todos antes de cualquier intromisión en las áreas específicas donde se han detectado restos arqueológicos”.

«EXIGIMOS LA DETENCIÓN DEL PROYECTO»

A raíz de esto es que el Movimiento Defendamos Chiloé denunció los hechos al Consejo de Monumentos Nacionales. “Ante la denuncia de los ciudadanos del Archipiélago de daño a sitios arqueológicos, producto de las actuales obras relativas a la construcción del puente, nos vemos en la obligación de solicitar respuestas a la autoridad para que se adopten las medidas de resguardo”, señala en un comunicado público la organización.

“En base a todo lo anterior es que solicitamos información de monitoreos e inspecciones realizados -si los hubiese-, para saber en qué condiciones están los sitios, qué medidas se van a tomar, etcétera”, explica la arquitecta Bastías.

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Sin embargo, la demanda del Movimiento va mucho más allá. “Exigimos la detención del proyecto, inspección del lugar completo de los sitios intervenidos y la aplicación de todas  las medidas y protección que la ley ordena”, señalan. «Debido al daño gigante que esto significa para nuestro patrimonio, identidad y cultura, exigimos que se detengan inmediatamente las obras, como corresponde, según las normas, reglamentos y leyes vigentes», refrenda Bastías.

La arquitecta agrega que «la protección de nuestro patrimonio está por sobre obras de infraestructuras que además -a todas luces- dejan nuevamente de manifiesto que el Estado de Chile y sus laxas normativas, por ningún lado favorecen la protección de nuestro patrimonio”.

Paula hace hincapié igualmente en las condiciones técnicas y profesionales en las que se ha llevado a cabo el proyecto, señalando que esto evidencia “nuevamente los errores cometidos en este proyecto, de toda índole”. La construcción de una obra de ingeniería compleja y de licitación internacional, dice, se está realizando “casi con las mismas normativas y leyes que para una licitación de una sede social”.

Por Daniel Labbé Yáñez


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