A pesar de que mediáticamente se ha dado por finalizada la huelga de hambre de los presos mapuche, la realidad es que ésta continúa en pie, con menos huelguistas que en un comienzo, pero prosigue. 10 prisioneros de la Cárcel de Angol y un menor de edad recluido en Chol Chol decidieron no adherirse al acuerdo con el Gobierno y continuar luchando por lo que ellos consideran justo.
El pasado viernes fue una fecha crucial para muchos mapuche que ya llevaban 82 días en huelga de hambre. Luego de que ministros viajaran a hablar personalmente a dialogar con familiares y voceros de los presos en huelga de hambre, finalmente estos decidieron aceptar la propuesta del Gobierno y bajar la medida de presión. Los presos de las cárceles de Temuco, Lebu, Concepción y Valdivia, que en total suman 25, optaron por adherirse a la medida.
El ofrecimiento del Gobierno consiste en retirar todas las querellas amparadas bajo la Ley Antiterrorista que pesaban sobre ellos, a cambio de replantearlas bajo las normas del derecho penal común. Esto quiere decir que los mapuche de todas formas serán juzgados, sólo que por las leyes comunes.
Sin embargo, a 11 presos mapuche, incluido un menor de edad, no les pareció este acuerdo, al considerar que el ofrecimiento hecho por el ejecutivo “no cambia en nada la situación procesal de los huelguistas” y que el grueso de sus demandas ni siquiera fueron abordadas ni están siendo discutidas.
Los 10 presos de la Cárcel de Angol que aún continúan en huelga manifestaron, a través de un comunicado público, que los supuestos avances en materia de Ley Antiterrorista y Justicia Militar siguen atentando contra derechos humanos fundamentales, entre ellos, el debido proceso, el derecho a la intimidad, el derecho de defensa.
Con respecto a la Justicia Militar, los comuneros en huelga de hambre señalaron que la reforma sólo beneficia a los uniformados, ya que aumenta las penas de los delitos que se cometan en su contra, otorgándoles más protección para actuar con impunidad como ya lo hacen actualmente en las comunidades mapuche.
En lo que sigue a la Ley Antiterrorista, los huelguistas señalaron que las modificaciones tienden a perfeccionar su aplicación y no hay garantías de que no se vuelva a aplicar a la protesta social mapuche, tal como lo recomienda James Anaya, Relator Especial de la ONU para el tema indígena. De igual forma, tampoco validan que se continúe manteniendo la figura del testigo protegido, y que además se agregue la figura del agente secreto y el informante.
Del mismo modo, Luis Marileo, menor de 17 años recluido en el centro de Sename de Chol Chol encausado por Ley Antiterrorista, manifestó que continúa en huelga de hambre, habiendo perdido ya 12 kilos, “esperando soluciones reales a las demandas generales junto a los peñi de la cárcel de Angol, y en particular, a nuestras demandas hacia el Sename (Servicio Nacional de Menores)”.
El menor aduce como una de las causas principales para continuar con esta medida de presión el hecho de que no haya un pronunciamiento respecto de la desmilitarización de las comunidades mapuche, la eliminación de los testigos protegidos, la aplicación de la ley antiterrorista y la libertad de todos los presos políticos mapuche, todas ellas demandas principales que han encabezado la huelga de hambre desde sus inicios.
Así también, reivindica sus propias demandas como niño, dentro de las cuales se incluyen un pronunciamiento constante y real por medio de un documento oficial con propuestas de trabajo de Sename ante la situación en la que viven todos los niños de las Comunidades allanadas, debido a la violación permanente de sus derechos por parte del Estado: “encarcelamiento con tiempo excedido de investigación, niños heridos de bala, golpeados y secuestrados, niños con daños psicológicos y físicos de por vida”.
DIVERSAS REACCIONES
Ante la baja en la huelga de hambre de 26 comuneros mapuche, Eric Millán, vocero de la Cárcel de Temuco, señaló que no se van con una sensación de victoria, debido a que no se cumplió todo lo que estaban solicitando y aún quedan siete puntos que discutir, los cuales espera se comiencen a a partir de ahora.
Por su parte, el vocero de la Cárcel de Angol, Rodrigo Curipán, señaló que hay muchas razones por la cuales los presos de la cárcel de Angol no bajaron la huelga, entre las que se cuentan el hecho de que la Ley Antiterrorista “continúa siendo la herramienta perfecta del fiscal en el Ministerio Público para terminar finalmente acusando a los peñi igual”. Además, el portavoz señaló que la situación del doble procesamiento bajo la justicia militar y civil todavía sigue de manera muy ambigua, al menos en el documento presentado a los prisioneros políticos.
Asimismo, Curipán indicó que la nueva ley endurecerá las penas a quienes agredan a las Fuerzas Especiales, lo cual podría ser utilizado como un arma para seguir criminalizando el proceso de reivindicación territorial.
Mientras tanto, el presidente, Sebastián Piñera, se manifestó alegre por “el fin de la huelga de hambre”, a pesar de que es consciente de que ésta no ha finalizado para 11 de los presos. De igual modo, sostuvo que su gobierno actuó en el conflicto con “energía, decisión y mucha coherencia “. Además, el mandatario señaló que su actitud de diálogo con los huelguistas pretendía salvaguardar simultáneamente dos valores fundamentales de su gobierno: “el valor de la vida y el valor del Estado de Derecho”.
Por Katherine Torres
El Ciudadano