Ediciones Perro de Puerto: editorial independiente de Valparaíso

Wari

05/10/2010 3:03pm

Las editoriales que han sabido mantenerse independientes de la industria-mercado cultural en Chile, sobre todo fuera de la capital, se desarrollan y amplían cada vez más y mejor con variadas publicaciones. En la región de Valparaíso, una de ellas es La editorial Perro de Puerto, que resiste publicando a varios autores nacionales como también retomando algunos textos extraviados en el imaginario colectivo – Carlos Pezoa Véliz, Alfonso Alcalde-, para ponerlos nuevamente a circular aproximando sustancialmente la prosa y la poesía a los lectores.

-¿Quiénes son Perro de Puerto y cuál es su propuesta editorial?

La editorial está conformada por una tríada de personas: Daniel Jorquera, diseño y arte gráfico; Cristóbal Gaete, editor y encargado de gestión; y Diana Valdenegro, edición y gestión.

En cuanto al carácter que queremos imprimir en nuestras publicaciones podemos verlo expuesto en los géneros que hemos editado. En narrativa nos interesa trabajar textos que expongan historias locales, vertiginosas, con humor y desenfado, nada de pretensión y moda.

En el ámbito de la poesía quisiéramos registrar un canon más bien esencialista. Respecto a ensayos, una nueva colección que está a punto de salir, donde se abordarán ciencias sociales y literatura desde una mirada joven, políticamente incorrecta y antiacademicista. No se trata de hacer teoría del caos, si no de mostrar qué se está pensando ahora, o qué se piensa ahora sobre temas anteriores.

En crónica nos interesa la reconstrucción del territorio, o la revelación del mismo a través de la visión del redactor. Algo que atraviesa estos tres géneros es el rescate que hacemos. La idea era republicar textos olvidados y menospreciados por generaciones anteriores, para hacerla parte de la nuestra. Los imaginamos como elementos de tensión; puntos de fuga para la nueva producción escritural.

-¿Por qué la necesidad de una nueva editorial porteña, y más, cuál es el aporte que hace Perro de Puerto al medio literario independiente?

Como grupo tomamos la decisión de hacer de la publicación nuestra segunda labor, pues sentíamos que podíamos trabajar seriamente aspectos que en la Región hacía falta profundizar. Además ya habíamos trabajado juntos anteriormente con el libro objeto “Lírico Plan”, y la experiencia nos había maravillado a los tres.

Hace 4 ó 5 años comenzó a surgir en la Región una cantidad exorbitante de editoriales que se dedicaron a publicar un par de textos y luego desaparecieron. Si bien existen proyectos que ya llevan años de permanencia, en Valparaíso no se puede hablar aún de industria o sector editorial. Todos somos casos aislados, y es una lástima porque escritores hay y de sobra. Lo que falta como siempre es estabilidad y esfuerzo.

De ahí surge la necesidad, principalmente de esa carencia, y además de las pretensiones personales de un grupo de amigos que reúne características poco comunes, porque no solo nos interesa publicar libros, sino también que las personas puedan aprender, y sentirse reflejados en ellos en formatos novedosos y sobre todo alcanzables para cualquier bolsillo.

Y más que aporte, nuestra característica fundamental es que los libros de Perro de Puerto más allá de su valor intelectual, siempre estarán al alcance de quien desee tomar algo nuevo. Por eso nosotros hemos decidido tomar esta actividad como una segunda labor: no pretendemos transformarlo en un negocio.

– En los carnavales culturales 2009 montaron en el CNCA “Nuevas Formas de Resistir”, ¿Cuales son esas nuevas formas?

Con “Nuevas formas de resistir: maneras alternativas de producción literaria en Valparaíso”, quisimos transmitir que quien tenga la voluntad de fabricar libros, tiene todas las herramientas a su favor para que ocurra, porque aunque el sistema económico es opresivo al momento de darle valor al trabajo editorial, no significa que no se puede fabricar libros con muy pocos recursos. Y al parecer la gente lo percibió muy bien, porque un gran número de asistentes por primera vez pensó lo fácil que es la autoproducción, y lo mejor es que no solo es aplicable al ámbito literario.

Por el lado discursivo Nuevas Formas quería decir en el contexto de Carnaval Cultural de Valparaíso algo así como: toda la industria cultural y las instituciones están en contra de las modos independientes, y precisamente montamos esa especie de fábrica de artesanos del libro, para dar cuenta que no solo existen las grandes empresas que realizan producción en masa. Estamos los que le damos tal valor al libro, que lo queremos hacer un objeto único.

– ¿Cuales son las novedades que propone Perro de Puerto en su catálogo?

Por el momento estamos centrados en una publicación de otro rescate. Ya se hizo uno de Alfonso Alcalde: “Las aventuras del Salustio y el Trúbico, chascarros populares sublimados por la fantasía”; dos de Carlos Pezoa Véliz: “Prosa Rescatada” y “Satírico”, en conjunto con “La Picadora de Papel”, que amplían el limitado acervo de este dúctil autor; y estamos a punto de publicar a Francisco Bilbao, con una compilación de ensayos. Además está proyectado en el mediano plazo una colección de nuevos escritores en un formato bastante extraño, que no podemos adelantar, pero que de seguro será cuestionado más que por su contenido, por su aspecto.

-¿Cómo es el trabajo con escritores emergentes?

Por las experiencias anteriores ha sido un trabajo bastante fluido y directo. Aún somos amigos de quienes han sido publicados en la colección Ladridos, porque nos interesó el escritor además de la postura literaria. En aquellos casos encontramos textos muy interesantes y quisimos publicarlos, y como ellos estaban también interesados en nuestro proyecto editorial, también accedieron, aunque ambas partes sabíamos que no íbamos a alcanzar fama ni mucho menos dinero.

Como no lucramos, cada publicación nuestra es un punto de vista. No basta con encontrar valor en el trabajo literario que analizamos, debemos creer férreamente en él, por lo que no es fácil editar con nosotros. Hoy, proyectamos una colección en formato poco tradicional para dar cabida a los autores emergentes, y pese a nuestra política antiempresarial sabremos llevarla a cabo.