Una fuerte polémica se desató ayer debido al acuerdo logrado entre el Ejecutivo y los miembros de la Comisión del Hacienda, donde se establece un aumento de seis años de invariabilidad tributaria a las empresas mineras. Varios parlamentarios concertacionistas anunciaron su rechazo a esta medida que según ellos regala la mayor riqueza de Chile y amenazaron con no aprobar este proyecto.
El acuerdo establece una prolongación de seis años en la invariabilidad tributaria a todas aquellas mineras que opten voluntariamente a sumarse a la nueva forma de impuesto específico a la minería. Esta nueva forma consiste en el pago de una tasa variable de 5% a 14%, según su margen operacional, aplicada a los nuevos proyectos que terminan su invariabilidad el 2018. Asimismo, se establece un periodo de transición entre 2010 y 2012, donde la tabla variará entre 4% y 9%.
Cabe destacar que el royalty es un derecho que deben pagar al Estado las empresas que exploten y usufructúen de algún recurso natural no renovable. En Chile sólo se instauró el 2005 y el único royalty que se cobra es a la minería.
El senador PPD, Ricardo Lagos Weber, integrante de la Comisión de Hacienda, manifestó que el acuerdo logrado era conveniente ya que según él hoy se recauda más dinero con menos invariabilidad. El senador también aseguró que hoy tenemos una escala tributaria más ambiciosa que capturará más recursos para el Estado de Chile, además considera positivo que “logramos reducir el periodo de invariabilidad de 8 a 6 años y conseguimos recursos adicionales para la reconstrucción de dos a tres años”.
Así también, el titular de la Comisión de Hacienda del Senado, Camilo Escalona, se manifestó satisfecho por el cuadro alcanzado ya que “esto permite que Chile tenga considerables recursos desde el año 2018 en adelante». Escalona aseguró que la base del acuerdo es que el país tendrá varios centenares de millones de dólares más anualmente.
Por el lado oficialista también se encontraban conformes con el acuerdo. Así lo demuestra la Senadora UDI, Evelyn Matthei (en la foto junto a demás parlamentarios de la Comisión), quien se mostró feliz por el acuerdo alcanzado, ya que, según ella, nuestra tabla de impuestos será parecida a la del resto del mundo según desarrollo institucional y en el corto plazo podremos recaudar más para la reconstrucción y con un equilibrio razonable entre tasas y periodo de invariabilidad.
VISIONES CONTRAPUESTAS
Sin embargo, para muchos, esto significa un robo a la mayor riqueza de Chile, tal como acusa Andrés Tagle, director de Codelco, quien denunció que desde el 2005 a la fecha la cuprífera estatal perdió cuatro mil millones de dólares por contratos en los cuales se fijó un precio del cobre menor al cotizado hoy.
Del mismo modo, Néstor Jorquera, presidente de la Confederación Minera de Chile, señaló: “Lamentamos y repudiamos la actitud de los Honorables, por permitir que las grandes transnacionales se lleven nuestras riquezas básicas sin pagar lo que corresponde”. Jorquera además manifestó que el proyecto de ley de modificación de royalty, al otorgar otros 6 años de invariabilidad tributaria a las empresas mineras, lesiona gravemente los intereses generales de la Nación y, por ende, es inconstitucional.
Asimismo, el economista del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, Cenda, Manuel Riesco, aclaró que la invariabilidad significa abdicar el derecho soberano del Estado a fijar los impuestos que estime convenientes en su territorio. El economista, además, aclaró que es falso que para que las empresas se acojan voluntariamente a los nuevos impuestos sea necesario ofrecerles más años de invariabilidad, ya que se les puede convencer con el sólo hecho de que aquellas empresas que no se acojan hoy van a terminar pagando más que las que sí lo hagan, en valor presente.
Riesco considera que la tasa de impuestos cobrada es muy insuficiente. “En Australia, estas mismas mineras acordaron pagar por el uso del recurso un 30 por ciento sobre las utilidades, además de lo que paga cualquier otra empresa no minera, nacional o extranjera, que opera en su territorio. En Chile terminan pagando por el recurso apenas un 14 por ciento sobre sus utilidades, además de lo que paga cualquier empresa no minera extranjera que opera en nuestro territorio. Es decir, menos de la mitad que lo que aceptaron pagar en su propia casa”.
Por su parte, el presidente del Comité de Defensa y Recuperación del Cobre, Julián Alcayaga, criticó los principales puntos del proyecto y manifestó que el acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo y parlamentarios de oposición es una traición, principalmente de parte de Camilo Escalona, quien con anterioridad había aceptado un pacto de rechazar cualquier prórroga a la invariabilidad tributaria. Alcayaga señaló que esta prolongación de seis años de invariabilidad significa un perjuicio económico importante para el país, debido a que a partir del 2018 se le puede establecer a estas empresas una verdadera regalías que irían en el orden del 20 al 30% por sobre las ventas.
El economista insistió en que el proyecto es inconstitucional e ilegítimo, tanto en la forma como en el fondo y que buscará apoyo en los parlamentarios para impugnar la extensión de la invariabilidad tributaria a las mineras en el Tribunal Constitucional.
PARLAMENTARIOS DISIDENTES
El senador PS, Alfonso de Urresti, rechaza completamente el acuerdo entre el Gobierno y los parlamentarios de la Concertación, lo que califica como un “error” ya que «no podemos regalar excedentes a las empresas con la invariabilidad porque en ninguna parte del mundo se aplica”. El senador además afirma que de ninguna forma apoyará un acuerdo que beneficia a las empresas que hoy ganan mucho dinero con el cobre. También aprovechó de informar que cuenta con el respaldo de varios diputados que no aprobarán la medida.
En la misma línea, el diputado PPD, Ramón Farías, manifestó que conversarán con Ricardo Lagos Weber, quien hizo la negociación con el Gobierno, para que les aclaré por qué traicionó el acuerdo que tenía la Concertación de decir no a la invariabilidad. Asimismo, el parlamentario destacó que “estamos por no dar invariabilidad a ningún proyecto, sobre todo a los proyectos mineros nuevos que se puedan instalar, porque estamos hablando de recursos que no son renovables».
Por Katherine Torres
El Ciudadano