Un grupo de arqueólogos ha encontrado la que se supone sería la casa de Jesús. Esta fue descubierta en la década de 1880, pero no se hicieron las investigaciones pertinentes hasta ahora. En ese entonces, un grupo de monjas del convento local habrían dado con el lugar.
Desde entonces, se ordenaron excavaciones para explorar el lugar. Pero no fue hasta el 2006, bajo el mando del Dr. Ken Dark, en que se comenzó todo, obteniendo datos por fin.
Dark, por su parte, confirmó que la casa era del Siglo I, a través de utensilios que se encontraron en el lugar. En el 2009 se encontró una casa de las mismas características, que ayudó a determinar que se trataban de hogares de la misma época. Además de ello, habían apuntes y notas que las monjas guardaron de una exploración del lugar en 1936.
Juntando todas las piezas, se llegó a la conclusión de que la casa pertenecía a una familia judía. Pero fue la decoración de las paredes la que dio mayor información.
La evidencia arqueológica muestra que la casa fue refaccionada y, al parecer, protegida, porque se podría tratar de un lugar con especial valor religioso para los bizantinos (S. VII) y en las cruzadas (S. XII).
La primera idea se da porque se encontraron mosaicos de bizantinos, quienes también construyeron la Iglesia de la Nutrición, que se encuentra sobre la casa (a modo de protección). En cuanto a las cruzadas, se pudo observar que también mantuvieron la casa por decoraciones de la época.
Ken Dark dice que, por más que históricamente la tesis se defiende, de manera arqueológica será difícil de confirmar en un 100% que fue la casa de Jesús. Pero de que tiene un valor oculto, así es.