Alrededor de un millón de personas en el Reino Unido utilizan cannabis por razones médicas y cada uno de ellos está infringiendo la ley. Con la creciente aceptación entre la comunidad médica respecto al uso del cannabis en el tratamiento de una variedad de condiciones médicas – y con muchas muy consciente de que el fin de la guerra contra las drogas está sucediendo desde hace mucho tiempo – los parlamentarios británicos y los militantes están intensificando el llamado a la legalización de la marihuana medicinal.
Pacientes no criminales
Muchos obtienen los beneficios de la marihuana como una alternativa a puñados de píldoras hechas a base de opiáceos para el dolor crónico, pero en el Reino Unido decenas de miles son criminalizados cada año por el uso de la droga, ya sea de forma recreativa o con fines medicinales. En otras partes del mundo, se ha impuesto la cordura y la marihuana médica puede ahora puede ser prescrito en 11 países europeos y 24 estados de Estados Unidos: lo mismo pasa en muchos otros países del mundo.
En un viaje a Westminster el mes pasado para incentivar el caso de la legalización del cannabis para uso médico, el profesor de neurología, Mike Barnes, organizador de la campaña ‘Fin a nuestro dolor’ dijo que ocho millones de personas en el Reino Unido sufren de dolores crónicos.
El problema de un tercio de los que se prescriben opioides es que no pueden tolerarlos. Hay evidencias que apuntan al éxito de la marihuana en el tratamiento de una serie de condiciones, incluyendo la esclerosis múltiple, glaucoma, epilepsia y la enfermedad de Crohn.
Además, la campaña de ‘Fin a nuestro dolor’ apuntó a las indicaciones del CDB emergente – un componente clave del cannabis – para tratar la epilepsia y aliviar las condiciones de salud mental, como el trastorno de ansiedad social y el trastorno por estrés postraumático. Pidiendo la legalización de la droga cuando se recetan para condiciones médicas, el profesor Barnes comentó que el hecho de la ilegalidad del cannabis está obstaculizando la capacidad de los investigadores para llevar a cabo más estudios sobre sus beneficios médicos.
En marzo de este año, otro defensor de la campaña ‘Fin a nuestro dolor’, el político liberal demócrata, Norman Lamb, propuso la despenalización de la droga en la Cámara de los Comunes al pedir una enmienda a la Ley de Abuso de Drogas que data de 1971.
«Las necesidades de la gente están muy por delante de los que los políticos piensen sobre el tema», dijo Lamb quien agregó que la guerra contra las drogas es una «espectacular y estúpida política autodestructiva».
Los demócratas liberales han creado iniciativas para establecer un mercado totalmente legal y regulado, que incluiría la venta de cannabis a los mayores de 18 años por especialista minoristas de cannabis. También se incluyó que se legalice el cultivo en casa para uso personal y los clubes sociales de cannabis a escala de pequeñas licencias.
Con más de 12.000 firmas hasta el momento, la campaña ‘Fin nuestro dolor’ está pidiendo al público firmar una petición de apoyo a la convocatoria de que el Reino Unido modifique la ley. Si tiene éxito, se permitirá a los médicos en Gran Bretaña recetar cannabis cuando crean que pueda ayudar a sus pacientes.