La Corte Suprema de Brasil rechazó este jueves una demanda interpuesta por el gobierno, que pedía declarar nula parte del proceso que puede llevar a un juicio con miras a la destitución de la presidenta Dilma Rousseff.
Con esa decisión, adoptada por ocho votos contra dos, el máximo tribunal de justicia brasileño le dio luz verde a un período de tres sesiones que comenzará este viernes en la Cámara de Diputados y concluirá el domingo con una votación en la que se decidirá si el proceso prosigue a la instancia definitiva del Senado.
La acción había sido intentada por la Abogacía General del Estado y podría haber interrumpido todo el proceso, pero los magistrados negaron uno a uno los puntos de la demanda.
El abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, denunció lo que calificó de «vicios» que, en su opinión, dejaban el proceso «herido de muerte». El punto principal pedía declarar «nulo» el informe aprobado por una comisión de 65 diputados que examinó si existen méritos jurídicos para el proceso.
De ese modo, en la votación del domingo en la Cámara Baja,el proceso pasará a manos del Senado si así lo deciden 342 de los 513 diputados.
De alcanzarse esa mayoría calificada, en un plazo aún no definido pero que puede ser de unos quince días, los 81 miembros del Senado decidirán, por mayoría simple, si efectivamente se abre el juicio político contra la mandataria.Si así fuera, Rousseff se tendría que separar del cargo durante los 180 días que tendrá el Senado para realizar el juicio y en ese período debería ser sustituida por el vicepresidente Michel Temer, quien completaría el mandato que vence el 1 de enero de 2019 si la mandataria perdiera el cargo