En un video de YouTube recién publicado el candidato a la presidencia de Filipinas Rodrigo Duterte recuerda su experiencia como alcalde durante la revuelta carcelaria en 1989 durante la que la misionera australiana Jaqueline Hamill fue tomada como rehén, violada y asesinada en una visita a la prisión. La indignación no ha tardado en producirse en su país y fuera de él a raíz de sus palabras.
La grabación muestra a Duterte mostrando a sus partidarios su enfado ante el hecho de que una mujer «guapa» hubiera sido asesinada. El político recuerda que los internos se habían alineado para violarla y que se trataba de una «pérdida» porque como alcalde debería haber sido el primero. «¿Le enfadó que la violaran? Sí», dijo Duterte. «Pero era tan guapa… El alcalde debió haber sido el primero», declaró el ahora candidato citado por ABC News.
Los comentarios han provocado indignación de grupos políticos y de los colectivos de mujeres, así como de los usuarios de las redes sociales. «La violación y el asesinato nunca deben ser motivo de broma o trivializados. La violencia contra las mujeres y las niñas es inaceptable en todo momento y lugar», comentó la embajadora australiana en Filipinas, Amanda Gorely.
Duterte, por su parte, ya ha anunciado que no se disculpará por sus comentarios aunque ello le cueste la presidencia. «Lo dije en un momento de ira (…) No era una broma, estaba narrando algo. No estaba sonriendo», afirmó. «No me hagáis pedir perdón por algo que no hice. Es una cuestión de honor», remató el candidato.
Vía RT