Agua turbia en Santiago: ¿Por qué nadie quiere salpicar a Luksic y Alto Maipo?

Ser dueños de un canal de televisión, sus estrechos lazos con la Concertación, su amistad con el ministro de Minería y su eterna vinculación a la Teletón hacen que una acusación tan grave como la de contaminar el Río Maipo no sea más que un chaparrón para el clan más millonario de Chile.

Agua turbia en Santiago: ¿Por qué nadie quiere salpicar a Luksic y Alto Maipo?

Autor: Daniel Labbé Yáñez

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«Acá hay dos hueones que mandan, el señor Luksic y el señor de acá…», fue lo que alcanzó a decir un locatario de los Dos Caracoles de Providencia antes de que el periodista que lo entrevistaba para la televisión lo cortara con un nervioso «ja!». Dos bodegas, su estacionamiento, una tienda allí más otra en el Drusgtore, fue el saldo que le dejó al comerciante la inundación de un sector de Providencia tras la salida del Río Mapocho. «Yo no sé quien va a responder por esta hueá», se lamentó en pantalla el hombre, quien antes de ser censurado por mencionar al empresario, advirtió: «En el Cajón del Maipo tengo el mismo problema, hueón».

El periodista que lo cortó pertenece a Canal 13, la estación controlada por el Grupo Luksic, dueños de US$10.100 millones, la fortuna más grande de Chile según Forbes. Continuar dándole tribuna al locatario lo podría haber transformado de héroe a cesante en menos de una hora. El que pone la plata pone la música, dicen, y quienes trabajan en los medios controlados por el empresariado lo han memorizado mejor que el himno nacional.

Sin embargo, el blindaje del que gozan los Luksic, personificados en Andrónico -hijo mayor del patriarca, líder del Grupo y presidente de Quiñenco, la casa matriz de sus negocios- se extiende mucho más allá de la estación televisiva. Y sus alcances permiten explicar por qué -aún cuando uno de sus proyectos más emblemáticos ha sido permanentemente cuestionado por organizaciones sociales y hasta el Colegio Médico- su nombre y el de Alto Maipo han sonado tan bajo a la hora de asignar responsabilidades en lo que ocurrió este fin de semana en Santiago.

El proyecto hidroeléctrico Alto Maipo lo comparten la transnacional estadounidense AES Gener en un 60% y el Grupo Luksic en un 40%, el que participa a través de Antofagasta Minerals. El ingreso de esta última al proyecto no tiene absolutamente ningún fin social ni de contribución al mejoramiento de la calidad de vida de los santiaguinos. El fin es uno solo y está claramente establecido en su propia web:

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Las aguas tóxicas del Maipo

“La Región Metropolitana ha enfrentado una situación meteorológica que ha traído lluvias, pero no hemos presenciado un temporal de proporciones. En cambio, podemos ver que los trabajos que Alto Maipo está desarrollando han significado una cantidad enorme de material removido de nuestra cordillera y éste ha llegado al río al igual que el 2013″, señaló a El Ciudadano este sábado en la mañana Marcela Mella, vocera de la Coordinadora Ciudadana Ríos del Maipo, quienes vienen denunciando las consecuencias de la construcción de la hidroeléctrica desde el inicio del conflicto de los habitantes del Cajón del Maipo con el proyecto en 2007. Y agregó: «Esta es la real razón por la que Aguas Andinas deberá cortar el suministro de agua a más de 27 comunas de Santiago».

Un cuestionamiento que no solo han hecho desde las organizaciones sociales, sino que desde el propio Colegio Médico, el que ya a inicios de febrero de este año había advertido sobre la grave contaminación de las aguas del Cajón del Maipo producto de los trabajos de Alto Maipo. Según publicó elclarin.cl, el martes 9 de ese mes, el doctor y especialista en toxicología, Andrei Tchernitchin, director del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico, informó a la comunidad del Cajón sobre los alarmantes resultados del “Informe Aguas del Cajón de Maipo y Alto Maipo-Muestras CMA”.

Doctor Andrei Tchernitchin

Doctor Andrei Tchernitchin

¿Qué decía el documento?: Arrojó cifras alarmantes de concentración de metales en el agua potable y de riego, como molibdeno, manganeso, hierro, arsénico y plomo, todos perjudiciales para la salud y, en su gran mayoría, agentes cancerígenos. “Los resultados demuestran presencia de altas concentraciones de elementos tóxicos en el agua cercano a las faenas de excavación de túneles del Proyecto Alto Maipo. Por el momento constituyen un serio riesgo para actividades recreativas o para las personas que habiten en la zona de influencia, y se debe considerar el riesgo que las napas contaminadas continúen propagándose hacia zonas más bajas del Cajón, contaminando fuentes de agua potable y productos hortofrutículas de la zona”, se dejó establecido en el escrito.

“Representa un riesgo para la salud de la gente del Cajón del Maipo, así como para los habitantes de Santiago”, advirtió el doctor Tchernitchin. ¿No era aquel documento lo suficientemente contundente como para que las autoridades de gobierno tomaran cartas en el asunto? ¿Qué ocurre que no se paralizan las obras de Alto Maipo? ¿Por qué una noticia de tal envergadura tuvo tan poca cobertura? ¿Por qué existiendo esta denuncia y la de la agrupación Alto Maipo durante este fin de semana fueron casi nulas las preguntas a las autoridades sobre la responsabilidad de Alto Maipo en la contaminación de las aguas?

La huella de los Luksic

La solidaridad en Chile funciona como el mejor de los desodrantes. Consigue esconder bajo sus encantos el mal olor de quien lo usa. Y eso ocurre con el Grupo Luksic. Aparecer año a año vinculados a la Teletón y a don Francisco a través del Banco de Chile y cerrar las 27 horas de amor con estratosféricos aportes les ha permitido blanquearse frente a un sector de la sociedad de una serie de conflictos medioambientales que enfrentan.

Ahí están las dos décadas que llevan los pobladores de Bahía Corral y Caleta Amargos, en la Región de los Ríos, enfrentando la contaminación de Portuaria Corral, dedicada al acopio de millones de toneladas de chip, cuyo 50% de las acciones pertenece a SAAM, controlada por el Grupo Luksic. O lo que ha generado Minera Los Pelambres en Caimanes, Región de Coquimbo, contaminando las aguas del valle del Pupío, agudizándose esto con el famoso tranque El Mauro, que además de contaminar gran parte de las napas de aguas subterráneas del sector, ha amenazado por casi una década a los habitantes debido a que su derrumbre significaría una verdadera catástrofe ambiental.

Andrónico Luksic y don Francisco

Andrónico Luksic y don Francisco

Obviando a los de Canal 13, los periodistas de los medios tradicionales están cooptados por las líneas editoriales de los medios tradicionales, donde siempre se amplifican y muy rara vez se ponen en cuestión las políticas de los grupos económicos chilenos, donde los Luksic ocupan el sillón principal. Son su voz, la caja de resonancia de sus discursos pro inversión, pro crecimiento y anti reformas. De ahí que no sorprende que durante el fin de semana hayan sido casi inexistentes las preguntas a las autoridades respecto a eventuales responsabilidades de Alto Maipo en la turbiedad de las aguas y el consiguiente corte del suministro para Santiago.

Uno más en la Concertación

Pero lejos, los vínculos más importantes que han construido los Luksic han sido con la clase política, especialmente con la Concertación y la Nueva Mayoría, y que el periodista e investigador Manuel Salazar describe de manera contundente en su publicación de marzo de 2015, «Los nexos de los Luksic con la Nueva Mayoría»:

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Salazar profundiza en estas relaciones, relatando que el patriarca de los Luksic se construyó en su fundo Chan Chan, de más de 50 mil hectáreas, una casa de descanso y un gran parque, donde «invitaba con frecuencia a sus amigos concertacionistas». «Sergio Bitar, Juan Carlos Latorre y Ximena Rincón, su esposa de en ese tiempo y hoy (entonces) ministra secretaría de la Presidencia, y Óscar Guillermo Garretón, se contaron entre sus huéspedes», asegura.

Agrega el periodista y co-autor de La Historia Oculta del Régimen Militar: «En 2010, cuando compró Canal 13, puso de presidente del directorio a René Cortázar, a quien después reemplazó Nicolás Eyzaguirre, hoy (entonces) ministro de Educación. Allí Luksic ubicó también a Soledad Alvear y a Alberto Arenas, el actual (entonces) ministro de Hacienda».

No está demás recordar también que fue el Banco de Chile, propiedad del Grupo Luksic, y no otro, el que aceptó otorgarles un crédito por $6.500 millones a Natalia Compagnon y su esposo Sebastián Dávalos, aún cuando la empresa Caval contaba con un bajo presupuesto. Este se consiguió tras una reunión en donde participaron Androniko Luksic y el hijo de la presidenta Michelle Bachelet. El préstamo fue aprobado un día después del triunfo en segunda vuelta de la actual mandataria en las elecciones de diciembre de 2015.

Otro importante personero de la Concertación que aparece ligado a los Luksic es Jorge Rodríguez Grossi, quien desde abril de 2014 fue presidente del proyecto Alto Maipo, dejando ese cargo en octubre de 2015 para asumir en Banco Estado. Para Marcela Mella, vocera de No Alto Maipo, el ingreso de Rodríguez a Alto Maipo y la llegada de los Luksic al proyecto configuraron un cuadro ideal con dos empresas vinculadas a la Nueva Mayoría. “Eso representó Rodríguez Grossi”, dice Mella.

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El ministro amigo

Sin embargo, el hombre clave en toda esta historia y que permite entender finalmente el por qué de la incondicionalidad del gobierno de Michelle Bachelet con el proyecto Alto Maipo, es el actual ministro de Energía, Máximo Pacheco, unido en una fraterna amistad con Andrónico Luksic y con su padre, cuando este estaba vivo.

«El proyecto Alto Maipo cuenta con todo el apoyo del Gobierno», aseguró Pacheco en septiembre de 2014 a la revista Pulso, agregando: «Hemos dicho con todas sus letras que queremos justamente privilegiar la hidroelectricidad y en lo posible proyectos de pasada. Lo que esperamos es que este proyecto se realice y se construya en plazo, de manera que pueda ser inaugurado durante el mandato de la presidenta Bachelet».

En una nota de la periodista Alejandra Carmona en El Mostrador, se describe con lujo de detalles la amistad de Pacheco con los Luksic, nacida en Hornitos, el balneario de la Segunda Región. En la nota se lee: «Andrónico Luksic y Máximo Pacheco no solo compartieron el gusto por el sol de Antofagasta sino que también por la bicicleta. Y años más tarde, experiencias mucho más profundas: en el verano de 2003 Pacheco estuvo 22 días en la Antártica con Andrónico y dos expertos montañistas subiendo el macizo Vinson, la cumbre más alta del continente antártico. En ese lugar parecieron estar bajo una luz insistente, sin poder distinguir el día de la noche, con temperaturas de 50° bajo cero y vientos que alcanzaban los 120 kilómetros por hora».

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Máximo Pacheco

Pacheco, por lo demás, fue director de las empresas Luchetti y Banco de Chile, ambas del grupo Luksic.

“Lo que genera el ministro, más que una opción por generar energía, es encender la duda del rol que cumple; si es para todos los chilenos o es para un privado”, dijo Marcela Mella, vocera de la Coordinadora Ciudadana Ríos del Maipo, consultada por el poyo de Pacheco al proyecto.

Por Daniel Labbé Yáñez


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